Me sumo con este delirio a la propuesta juevera que esta semana nos deja Mercedes desde su blog. Dar clic aquí para leer todos los relatos.
SANDALIAS
Atractivas y sofisticadas un par de sandalias de altos tacones descienden
con elegancia por la escalera de mármol. Se entretienen en el descanso jugando con desdén
a atrapar miradas.
El arte de la seducción se despliega con gracia a partir del sutil calzado
que ansía desde su pretil a otros pies, con similar talante.
Unas toscas sandalias náuticas avanzan, de improviso y desubicadas, hacia
el rellano en cuestión sin mediar sutilezas ni igualar prestancias. Rehúyen con
distinción las delicadas sandalias el encuentro torpemente provocado.
Quedan despechadas las plásticas náuticas sufriendo- a la vista de todos- la
humillación inesperada. No se hace esperar la respuesta, grosera y soberbia,
del desgastado calzado hacia la sugestiva fémina. Avanzan con impostura los
sintéticos chanclos cerrándole el paso con insolencia.
No encuentran escape las delicadas sandalias arrinconadas entre las balaustradas
y el oloroso calzado, ordinario y burdo.
Más abajo, en el salón, un personaje impensado, ajeno a todo fulgor, observa
desde lejos y decide, ante la afrenta, intervenir caballerosamente en defensa
de las sandalias y la dama que las porta.
Un par de prolijos huaraches ascienden –decididos- por la marmórea escala,
dispuestos a hacer justicia y liberar a la elegante dama de tan vulgar ultraje.
Con solvencia, el par, da los primeros pasos evitando desde el vamos cualquier
traspié. Se ubica estratégicamente entre los altos tacones y las plásticas
chanclas, que, ante la notoria diferencia de talla, retroceden cobardemente sin
presentar resistencia.
Sin necesidad de recurrir a la violencia las franciscanas resuelven el tema
sin tropiezos. Apelando a la solvencia de quien pisa seguro y sin titubeos, dejando
su huella simplemente por lo que se es, sin arcos forzados ni falsas capelladas.
Olá, querida amiga Mônica!
ResponderEliminarGosto das sandálias franciscanas, eles primam pela humildade e simplicidade.
As de praia são muito usadas ainda pelos pequenos.
Tem sandálias sedutoras mesmo, como a sua primeira foto. Muitas mulheres a usam para tal fim.
Muito boas suas abordagens sobre algumas sandálias.
Tenha dias abençoados!
Beijinhos fraternos
Muchas gracias Roselia
EliminarSi, las franciscanas siempre entran sin preguntar, sin presentación... libre de malos pasos.
ResponderEliminarSon sencillas, cómodas y sin pretensiones.buen calzado. Un abrazo, Gustab. Muchas gracias
EliminarOriginal relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me costó bastante encontrarle un giro original al tema. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención, Demiurgo
EliminarEl calzado es una forma de expresar nuestra personalidad y estilo. Feliz Agosto querida Neo.
ResponderEliminarEl tema me pareció propicio para intentar esa caracterización de los personajes a través de su calzado. Fue un experimento que quise explorar. Un abrazo, Berta. Gracias por tu visita
EliminarMe ha parecido por un momento que dentro de las múltiples sandalias iba algún humano, hecho que restaría personalidad y mérito a todos los participantes. Diría que ha sido un espejismo.
ResponderEliminarAbrazo delirante
Jaja. No conseguí que las susodichas se las arreglaran por du cuenta, Gabiliante. Necesitaron de algún pie para animarse a andar! Un abrazo y muchas gracias por la atenta lectura
EliminarDiferentes sandalias para la personalidad de cada uno, muy original tu relato, Neo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra que te resultara original, María. Un abrazo y muchas gracias por leer
EliminarSiempre sabes fijarte en las criaturas anónimas, no siempre dotadas de vida, que nos la hacen más fácil. Me gustan esas historias.
ResponderEliminarMe alegra Beauseant. Muchas gracias
EliminarJajaja, qué genialidad de relato. Me ha encantado y me ha hecho real. El caballero de armadura reluciente son ¡¡¡otras sandalias!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Te agradezco mucho tu comentario, Mercedes. Me alegra que te gustara. Un abrazo
EliminarHola Mónica, excelente, me gusta como encaraste la historia, los personajes son los diferentes tipos de sandalias, realmente me gusta, un abrazo.
ResponderEliminarPATRICIA F.
Hola Patri. Me alegra que te gustara. Quise experimentar con un tema que me resultó difícil de encarar con originalidad jeje. Un abrazo
ResponderEliminarOriginal y preciosa descripción de una disputa entre sandalias; vanidad y dignidad, envidia y descaro, justicia y defensa, y talante y acuerdo en cada uno de los pares aludidos. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn saludo.
Me alegra haberlo logrado, Luferura. Muchas gracias por tu amable comentario. Un abrazo
EliminarOlá, querida amiga Mônica!
ResponderEliminarHoje, venho lhe trazer um convite especial:
https://amorazul01.blogspot.com/2025/07/tertulia-de-amor-1.html
Tenha um agosto A Gosto de Deus!
Beijinhos fraternos de Paz
En cuanto pueda paso a curiosear, Roselia. Gracias
EliminarExcelente relato Mónica, las franciscanas y lo que parece ser una contrariedad para unos y otros. A veces la cantidad se abre paso. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Nuria. celebro que te gustara. Un abrazo
EliminarTienes aquí un gran guión de animación...
ResponderEliminarLa imaginación al poder, amiga!!
Abrazo hasta vos!!
Hace falta quien lo produzca jajaja. Gracias Carlos. Abrazo
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