jueves, 12 de junio de 2025

CADA JUEVES, UN RELATO

 Subo este texto ya publicado para sumarme a mi propia convocatoria. Pasar por el post anterior para leer todos los relatos



LA APERTURA DE LOS BUZONES VERDES (un delirio para ser contado a los más chicos)

Érase una ciudad gris, con cielo gris y piedras grises. En ella habitaban personas moderadas, medidas, modosas, siempre correctas. Así como no se permitía ninguna disonancia ni estridencias visuales tampoco se toleraban gritos, bocinazos, peleas ni risas ostentosas. Se vivía en armonía, eso sí, sin que a nadie le faltara nada para vivir dignamente, aunque sin lujos ni demasiada exposición. La cuota de distensión y desborde que se permitía entre aquellos ciudadanos uniformes se canalizaba exclusivamente a través de unos buzones verdes ubicados estratégicamente en cada esquina. En ellos la gente depositaba los sobres en donde anotaba cosas bien alocadas, secretos para nunca ser revelados, temores inconfesables y sueños extravagantes, volcados allí para ser conservados en clandestinidad, como elementos mal vistos dentro de una sociedad tan homogénea y  monocroma.

Si bien la situación de equilibrio y concordancia resultaba ser el status quo en que los adultos aceptaban y decidieron vivir, para los más jóvenes la vida se iba poniendo cada vez más insostenible, aburrida y abrumadora. Por lo que, un día tan gris y normal como tantos otros, sin aviso ni señal por la que hubiese podido ser advertido, se organizó un acto revolucionario impensado e inaudito que logró poder en jaque toda la monotonía establecida: de improviso y coordinadamente se abrieron  uno a uno todos los buzones en los que la gente depositaba a modo de catarsis sus chifladuras, liberándose en forma caótica y desbordada todo lo que hasta entonces había estado encerrado, aprisionado y contenido en los consabidos contenedores verdes.

De repente el cielo se llenó de azules impensados y pájaros chillones haciendo figuras cómicas con amasijos de nubes. Los árboles de divertían compitiendo por sus verdes mientras que los sorprendidos ciudadanos perdían su usual compostura comprobando que de algunos follajes brotaban frutas rojas y lustrosas y de otros, flores amarillas y perfumadas, todo sin orden ni regla estratégica que los mantuviera coordinados y prolijos. Las casas no quisieron ser menos y se animaron a llenarse de lunares, rayas, curvas y hasta de sapitos. Los autos comenzaron a ir por la vereda y los perros se negaron a pasearse con correa husmeando religiosamente cada arbolito. Los colores estallaron pintarrajeando todo aquí y allá, incluso lo que se movía. Las carcajadas comenzaron a brotar sin razón y contagiaron en forma incontrolable hasta los señorones más conservadores.  Hubo serpentinas entre los peinados de las señoras, zapatos con luces, silbidos agudos  haciendo que la gente se tapara sus oídos. Todo fue irreverencia a partir de ese momento en la otrora ciudad gris, mientras las locuras escapadas de aquellos buzones verdes alcanzaban por fin la estratósfera y se apelmazaban unas con otras para conformar el sol rojo e incandescente que aún reina en ese cielo desde entonces.


30 comentarios:

  1. Buenas noches Mónica.
    Me encanta cómo el texto transforma lo cotidiano en algo mágico y caótico. La ciudad gris se llena de color, vida y fantasía, rompiendo todas las reglas. Es una celebración de lo inesperado, con imágenes muy creativas y un tono alegre que contagia. Me hizo imaginar un mundo donde todo puede salirse de lo normal, y eso lo hace muy original y divertido.
    Te felicito.
    Un abrazo grande

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que desde la variedad y la alegría deberíamos construir un mundo más ameno y amigable, sin caer en el caso, pero permitiéndonos la fantasía. Un fuerte abrazo y muchas gracias por leer con atención, Nuria

      Eliminar
  2. mmmm. si todos lográramos cumplir con lo que realmente pensamos o soñamos o reprimimos, sería la respuesta a la felicidad?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No todos. Hay algunos que, de dar rienda suelta a sus deseos irrefrenables, bien podrían mandarnos a la tumba. Gracias por leer, gustab. Un abrazo

      Eliminar
  3. Buzones para depositar las chifladuras, es la chifladura más genial, una ocurrencia maravillosa. Una gran locura para devolver la razón a la gente, has construido un relato que viene gris y se abre al azul. Abrazos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No todas las chifladas son negativas, Ester. Un poco de ellas nutren y reanimar. Me alegra que te gustara el relato. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención

      Eliminar
  4. Si, parece que dentro de la seriedad y cordura, hay que dedicar un espacio a la locura, la idea de los buzones verdes me parece oportuna en ese contexto gris.

    Ahora bien la reves.... en un mundo donde la locura esta suelta.... tambien deben haber rincones reservados a lo moderado y lo cuerdo, algun buzon gris debe existir.

    solo para dar balance.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy atinada tu acotación, José. Coincido. Estamos viendo tanto sinsentido suelto que la propuesta feliz del cuento pareciera invalidarse, aunque está dedicado a los niños, que aún son inocentes. Un abrazo y muchas gracias por leer

      Eliminar
  5. Bueno, bueno, todo en su justa medida sería lo correcto.
    Tanta rectitud es fastidiosa , pero tanta anarquía tb lo es.
    Podríamos decir , que tener lo ideal en la convivencia no es fácil.
    Habrá que tener acuerdos donde la vida tenga sus colores en concordancia
    Besos.


    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exacto. Ni muy muy, ni tan poco. En su justa medida un poco de locura a veces es imprescindible, sobre todo si de juventud se trata 😂. Un abrazo, Campirela. Gracias por tu constante compañía

      Eliminar
  6. Hola Neo!
    Bendita locura y bendita juventud! Je, je! Eso es lo que pasa con la contención que un día explota! Me ha encantado esta explosión colorida y risueña de tu historia! Y los buzones verdes, aunque no estemos en un mundo gris del todo, me parecen una idea muy buena! Un abrazote y gracias por proponernos este nuevo reto juevero!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Surgió como un cuento para niños, pero creo que la idea vale - en su justa medida- para todos. Un abrazo y gracias por leer con atención, Marifé

      Eliminar
  7. Me han gustado mucho las imágenes que has construido en el texto :) Es una idea genial, todos llevamos nuestras pequeñas chifladuras dentro, lástima que la vida adulta parezca empeñada en anularlas todas a golpe de uniformidad, ¿verdad?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra mucho que te gustara, Beauseant. Es bueno alimentar de vez en cuando al niño que todos llevamos dentro. Muchas gracias por leer con atención.

      ResponderEliminar

      Eliminar
  8. Es para celebrar que llegue el tiempo de las carcajadas. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Conforme te iba leyendo, iba pensando si yo fuera uno de los dellugar ya habría abiero los buzones para alegrar el cotarro.
    Me adivinaste el pensamiento.
    Un beso muy fuerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jaja eras de las rebeldes! Bien por esa rebeldía! Un abrazo, Tracy. Muchas gracias por tu constante apoyo y entusiasmo

      Eliminar
  10. Ahora entiendo porque ahora, cuando voy a buscar ideas para mis relatos a esos buzones,como había hecho siempre, ahora me los encuentro abiertos y vacíos.
    Abrazoooi

    ResponderEliminar
  11. Se te ha olvidado mencionar que en aquella época "civilizada" estaba prohibido tirar de la cadena de 00:00 a 08:00.
    Abrazooo

    ResponderEliminar
  12. Qué organizados! Jeje. Los ruidos mokwstos suelen ser foco de conflictos! Gracias por aportar siempre una cuota de humor, Gabi. Un abrazo

    ResponderEliminar
  13. Hola! 😊
    Tu relato me ha hecho reflexionar, y vaya si es cierto que hace falta el brío y el empuje de la juventud para remover eso que damos por sentado, pero que en el fondo no es tan justo como parece. ¡Ay, este mundo tan gris! Da hasta penita… pero si lo pintamos de verde, ¡eso ya es otra cosa! 🌿💚 Como un soplo de vida.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy buena reflexión, Lucila, aunque también los jóvenes muchas veces se equivocan. Y feo! Un abrazo y muchas gracias por participar

      Eliminar
  14. Buzones catárticos, terapéuticos... Genial. Qué agregar? Me encanta la surrealidad de tu texto. Insisto. Genial.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Celebro Celebro que te haya gustado, Carlos. Muchas gracias. Buen fin de semana te haya, Carlos. Muchas gracias. Buen fin de semana

      Eliminar
  15. Hola Mónica me gusto mucho tu relato, tiene magia y colores, pero por sobre todo mucho para reflexionar y pensar.
    Te cuento algo, en el final cuando leí esa parte que habla de los árboles con sus copas verdes y frutas rojas, afloró la niña que se esconde dentro mío y recordé aquellos arbolitos que dibujaba en la escuela pintando con mucho cuidado para que las manzanas rojas resaltaran aún más y no se escondieran entre el verde.
    Un abrazo.
    PATRICIA F.

    ResponderEliminar
  16. Cuántos colores desbordan tu relato envuelto en emociones, un relato lleno de magia y encanto, qué bueno que lo hayas reeditado.

    Un besazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra que te gustara, María. Pensé que resultaría apropiado. Abrazo y muchas gracias

      Eliminar