miércoles, 28 de mayo de 2025

CADA JUEVES. UN RELATO: MUJERES EN GUERRAS

Me sumo con este texto a la propuesta juevera de esta semana que nos deja Marifé desde su blog. Les invito a leer todos los relatos.



LUDMILA

Te cuentan que pese a haber sido mujer, tras el primer enfrentamiento se convirtió en leyenda.

Joven y vigorosa, trabajadora tenaz, madre adolescente y entusiasta revolucionaria.

Ágil en el campo de entrenamiento, de excepcional puntería y valiente en su virtud de certera francotiradora.

Sobreviviente y mal herida se sobrepuso a las batallas y fue premiada como modelo femenino a emular dentro y fuera de su patria.

Terminada la guerra fue reconocida como heroína, embajadora internacional de una revolución que se agigantaba más allá de las fronteras. Exportaron con honor su patriotismo y coraje.

¿Cómo, entonces después de tanta gloria, tan insigne y destacado personaje -aún joven y con prometedor futuro- sucumbe a la depresión y el estrés, perdiendo esa batalla?

De la mano del alcohol que diluye su templanza, por los traumas y el dolor que siempre causan las guerras, no consigue apaciguar ni los gritos ni el terror de los muertos a su cargo.

309 almas que ayer perecieron por su mano, seguro, clamaron rencor como avatares de muertos.

Nada bueno pudo  al final rescatar aquella mujer que luchó de igual a igual en un infierno de hombres. ¿Qué de bueno puede florecer tras transitarse una guerra?

Sea hombre o sea mujer, quien las haya padecido sabrá que sólo queda el dolor, la impotencia y el rencor como epitafio de muerte. 

28 comentarios:

  1. 309 almas que tal vez la habrían matado, de haber podido. En esas circunstancias, se puede terminar de un lado o del otro, en lo de matar o morir.
    En ese contexto, ella tuvo motivos para sentir que estaba haciendo lo correcto.
    Un abrazo.

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    1. Tal vez esa perspectiva puede calmar conciencias, aunque no siempre. Un abrazo

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  2. Hola Neo!
    Un personaje muy interesante el que has escogido para tu relato. Una profesión la de francotirador nada gratificante, pese a las condecoraciones. Uno al finalizar la guerra vuelve a la vida cotidiana sin poder quitarse de la cabeza todo lo ocurrido y entonces es cuando vuelven los fantasmas y debe cargar con ellos por siempre. Sin duda la guerra deja huella a cualquiera que tenga la mala suerte de vivirla. Un abrazote y muchas gracias por participar en la propuesta juevera!

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    1. No me resultó un tema fácil y creo que no logré soltarme más que en lo evidente. Me alegra haber podido sumarme. Un abrazo y muchas gracias por consucirnos, Marifé

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  3. Querida amiga Mônica, mulheres guerreiras com uma força descomunal a socorrer homens no final da vida sofrendo horrores.
    Um texto muito próximo do real, contando com veracidade todo o vivido pela mulher.
    Excelente participação!
    Tenha um final de dia abençoado!
    Beijinhos fraternos de paz e bem

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    1. La guerra dana açun después de culminada, eso es algo que nadie puede evitar. Y pese a todo, no aprendemos. Un abrazo y gracias por leer, Roselia

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  4. Entre el auge y la caída, llegó el conocimiento. O quizás nació la conciencia.
    Abrazooo

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    1. Un poco y un poco, creo, aunque el reconocimiento por ser la francotiradora más prolífica no me parezca un logro que enorgullezca si lo miramos desde el punto de vista humanitario. Un abrazo y muchas gracias por leer, Gabi

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  5. Se dio cuenta de lo vivido, de su protagonismo, las heridas en caliente glorifican cuando se enfrían duelen. Un abrazo

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    1. Creo que mucho de eso hubo. La conciencia a veces tarda pero llega, y pasa factura. Un abrazo, Ester.

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  6. Vivir una guerra y más participar en ella , después de la conteniendo no me extraña que la cabeza de vueltas y entes en una depresión de lo que has vivido .
    Un buen texto Neo. Un beso.

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    1. Muy difícil tema para tratarlo si caer en condescendencias, al menos para mí. Un abrazo y muchas gracias, Campi

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  7. Excelente relato Mónica, deja bien en claro que la batalla más difícil de librar es la interior, la psicológica, las secuelas que deja el campo de batalla, esa es la más dura y como en este caso se pierde aunque haya ganado la guerra.
    Un abrazo.
    PATRICIA F.

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    1. Creo que sí, la guerra mata aún cuando no se cae en el campo de batalla. Debiéramos aprenderlo. Un abrazo Patri. Muchas gracias

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  8. En la guerra, los gobernantes transforman a su juventud en maquinas de muerte y en muertos tambien.

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  9. Pasan a ser números, ya sean bajas como disponibilidades. Un abrazo, José. Gracias por tu visita

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  10. Cada vez que veo imágenes de mujeres combatientes del Tzáhal -el Ejército israelí- participando de las masacres y el genocidio contra los otros semitas, los palestinos me avergüenzo por vergüenza ajena que ellas no demuestran.

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    1. En forma genérica, creo que, sin diferencia de género, la guerra destruye todo. Nadie puede salir indemne después de atravesar semejante atrocidad. Gracias por leer y comentar, Fackel. Un abrazo

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  11. Todas las batallas son duras y difíciles, pero las que se sostiene con una misma son las peores. Muy buena aportación Mónica. Un abrazo!

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  12. Hola Mónica, sin duda por muy condecorada las imágenes de los destinatarios de sus disparos te persiguen en cuanto cierras los ojos, fueron muchos los que quedaron marcados durante años por no poder olvidarlo, que peor batalla que la interior.
    Un excelente aporte.
    Un abrazo

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    1. Te agradezco tu comentario. Nuria. Me alegra que coincidamos. Un abrazo

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  13. Imposible finalmente admitir o convalidar que hayamos tenido que empuñar el horror para resolver una situación que el tiempo termina demostrando que no ocurrió...
    Abrazo hasta vos!!

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  14. A la guerra mandamos personas, seres humanos, y lo que vuelve rara vez vuelve entero, vuelve otra cosa, un cáscara vacía que casi parece humana.

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    1. Coincido Beauseant. Las sociedades siguen empantanadas en conflictos bélicos autodestrucción. Muchas gracias por tu visita. Un abrazo

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  15. Y así otros murieron sin homenajes , sin reconocimientos ni títulos ni medallas... muchos encerrados en un manicomio como este... viviendo la guerra día tras día sin consuelo ni olvido.

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    1. Bien vale también tenerlos presentes. Buena acotación, Gustab. Un abrazo

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