Luego de una breve ausencia, retomo mi rutina juevera aportando un texto (ya publicado) a la convocatoria que esta semana nos deja Nuria desde su blog. Pasar por alli para leer todos los relatos.
LOS MIEDOS
Los de él solían ser gigantes,
oscuros, pesados, inverosímiles, funestos, impredecibles en sus consecuencias.
Buscaba armarse de valor, enfrentarlos, resguardarse tras alguna cábala, pero
nunca lograba ganarles la batalla.
Aparecían cuando algo inesperado
amenazaba con romper el capullo de protección que se había construido con
rutina y previsibilidad, pero la vida es más que acomodaticia planificación del
resguardo y tarde o temprano ellos se dejaban ver.
Se daba cuanta que su mente, más
allá de los razonamientos lógicos que quisiera esgrimir en un primer momento, llegaba
a intentar justificarse con excusas indignas. Recurría a la mentira, a la
postergación, a la autocomplacencia, al desprecio, a la simulación, a la
hipocresía, a cualquier cosa en la que refugiarse con tal de no enfrentar el
monstruo de los miedos que devastaba su vida.
Llegó a creer que sólo él padecía
aquellos tormentos a la hora de salir a la calle, de tener que tomar
decisiones, de disponerse a viajar o a atravesar situaciones inusuales. Sentía
pánico frente a los lugares abiertos, a las alturas, a las aglomeraciones, a la
velocidad, al agua profunda, a las tormentas, a quedarse solo, a cruzar un
puente, a las entrevistas, a sufrir un robo, un ataque al corazón, una situación
violenta, nada sentía seguro a su alrededor, nada más allá de aquel pozo que
crecía en su interior y que amenazaba con tragarlo.
Un buen día pensó que quizás
escribir le ayudaría a poner frente a sí todo lo que le atemorizaba y que eso
ayudaría a exorcizar sus demonios. Sin demasiada convicción se lanzó ante el
desafío de una hoja en blanco y sin comprender bien por qué, lo primero que
nació fue una trama de terror muy bien estructurada escrita de un tirón, y que
al releerla, satisfizo con creces sus expectativas literarias. La prueba de
fuego fue dársela a leer a otros, logrando vencer sus pudores de escritor
novato. Las respuestas fueron elogiosas y muy positivas. Eso lo alentó para
seguir explorando y una tras otra fueron surgiendo originales historias en
donde el misterio y el suspenso eran los principales protagonistas. Comprendió
que por tanto tiempo padeciéndolo, había llegado a ser un experto en el tema de
los miedos, reconociendo los detalles que brotan en quien se reconoce
vulnerable y no encuentra cómo vencer lo que entiende como indestructible.
Hoy no puede decir que los ha
vencido completamente, pero de alguna manera se han vuelto socios. Ha hallado
la forma de distraerse frente a ellos cuando se presentan, buscando argumentos
ingeniosos para hacerles frente dentro y fuera de sus propias novelas.
Me alegra tu regreso.
ResponderEliminarUn texto donde el causante de ese miedo, es capaz de hacerle frente ante la escritura.
Ella es como bien dices su socia, con ella si puede enfrentarse a ellos, desde las letras.
Toda emoción es controlable siempre y cuando el sujeto ponga mucho de su parte, o cree sus propias herramientas para poder afrontarlo de la mejor manera posible.
Un besote, feliz semana.
Qué bien lo has sintetizado Campi. Lentamente retomo mi actividad bloguera. Cuesta un poco, lo reconozco jeje. Un abrazo y muchas gracias por tu cercanía
EliminarEn mis propias carnes he llegado a sentir que el recurso de expresar los sentimientos por medio de la palabra escrita, es un buen aliado para superar situaciones emocionales conflictivas y dolorosas. El protagonista de tu relato ha encontrado por medio de la escritura la forma de controlar esos miedos que lo atenazan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Coincido, lograrlo no es sencillo, pero canalizar una vía de escape ayuda mucho. Seguro. Un abrazo Pepe. Celebro tu presencia
EliminarEste "miedoso" pues es un motivo de inspiracion, ME ENCANTA, creo que me identifico con el caballero en todo sentido.
ResponderEliminarJe je, tremendo relato el de esta semana, porque tiene muchas capas de realidad y filosofia, creo me ahorro una secion terapia con mi siquiatra.
Abrazos.
Jajaja bueno! Qué decirte! Lo celebro y me enorgullezco entonces! Un abrazo José. Muchísimas gracias por la atenta lectura
EliminarMuy bueno. Al final convivir con miedos y poderlos vencer, puede ser la manera de ayudar a itros a superarlos. Bien es cierto que temer a tantas cosas es casi imposible.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra que te gustara Albada. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención
Eliminar¿Has pensado alguna vez en lo interesante que es echar un pulso (o muchos) al miedo? Arriesgado, pero tiene su mérito: la posibilidad de sobrevivir a las causas.
ResponderEliminarCreo que hay distintos tipos de miedos. Cuando son demasiado irracionales no me siento en posición de tentarlos. Soy muy cobarde como para intentarlo. Muchas gracias por tu visita Fackel. Un abrazo
EliminarLa letra no mata el miedo pero lo domestica.
ResponderEliminarMe gusta esa consideración Julio. Gracias por leer y comentar
EliminarHola Mónica, un texto que refleja a la perfección los miedos del protagonista y como afronta sus miedos desarrollándolos mediante la escritura es una forma de convertirse en parte de ellos y lograr asimilar, domar, y aceptar ese miedo que le invade ante cada situación o decisión.
ResponderEliminarHacerse socio del miedo y crearlo en sus historias quizás le ha dado la clave para llegar a superarlos.
Objetivo cumplido.
Me encantó.
Un fuerte abrazo
Me alegra haber podido sumarme a tu convocatoria Nuria. Me atrajo mucho el tema pero debí recurrir a algo ya publicado. Todavía no salgo del letargo post vacacional. Un abrazo y muchas gracias
Eliminar...Y ahora se encarga de crear miedo a sus lectores. Muy bien estructurado dirigido hasta el final del relato, y además guarda el consejo de que compartiendo los miedos son menos. Un abrazo
ResponderEliminarEso es cierto, es una forma de enfrentarlos intentando racionalizarlos. Un abrazo Ester. Te agradezco la atenta lectura
EliminarUna lección magistral la que nos das para luchar contra los miedos: si no puedes ir contra ellos , hazte su amigo.
ResponderEliminarEs cuestión de intentarlo.
Me alegra que así lo interpretaras Tracy. Un fuerte abrazo y muchas gracias por tu visita
Eliminar¡Hola!Vivir con el miedo en el cuerpo es la peor compañía que podemos tener. Es el monstruo de la muerte en vida. Muy bueno, el final transmite mensaje positivo. Un cordial abrazo. Mari Carmen Caballero Álvarez.
ResponderEliminarMe alegra que aprecies el mensaje positivo Mari Carmen. Era mi intención. Un abrazo y muchas gracias por leer
EliminarEl miedo sin duda puede marcar nuestros pasos en la vida, y puede ser decisivo a la hora de decidir si dejamos que nos venza o intentamos luchar para vencerlo nosotros.
ResponderEliminarEl protagonista supo gestionarlo de una manera muy personal y creativa, absorviendo de ellos hasta el último detalle para que le fueran de utilidad a su manera. Y es que los miedos nos enseñan mucho en la vida! Un abrazote!
Si no se le puede vencer, al menos hay que intentar domesticarlo. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención Marifé
EliminarEncontró un buen socio, el papel en blanco.
ResponderEliminarReconozco muy bien lo que es NO poder pasar un umbral, cuando el pánico paraliza.
Bien expresado esa sensación de miedo.
Un abrazo Moni, y bienvenida, espero hayas disfrutado de tus vacaciones.
Creo que vamos a necesitar mucha templanza.
Toneladas de templanza, Cecy, suscribo! También sé lo qué es ese pánico inmovilizador. Un abrazo y muchas gracias por tu constante compañía
EliminarEstupendo texto. Afrontar los miedos, a vecs, también da miedo. Escribirlos es una buena terapia. Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
Me alegra que te gustara Lady. Muchas gracias por leer con atención. Un abrazo
EliminarHacer partícipe a los demás de los miedos, ayuda a que estos aminoren sus efectos. Si además les das forma literaria y los encuadernas, podrías hacerte rico y entonces, seguro que los miedos serían más asumibles.
ResponderEliminarImaginativo y bello relato.
Besos.
Jeje gracias Juan. Sería bueno lo de hacerse rico! Un abrazo y muchas gracias por leer
EliminarPues si, es como me indicabas en tu comentario en mi blog, que la temática de fondo tanto en tu relato como en el mío lleva un camino paralelo. Una persona que alberga tantos miedos o fobias en su interior debería plantearse lo de escribir pues es un bálsamo ideal para consolar tal tipo de sentimientos y arrinconarlos en forma de historias, beneficiándose de la creatividad a la que han dado lugar.
ResponderEliminarBravo por esta aportación, Neo.
¡Enhorabuena!
Hola Marcos. Me alegra coincidir en el punto de vista. Un abrazo y muchas gracias por leer con
EliminarLa escritura es una fuerza muy poderosa... pero se tarda mucho en domesticarla... es más, a veces nunca se termina de domesticar y te suelta un mordisco cuando menos lo esperas.
ResponderEliminarEs cierto, se tarda mucho y a veces jamás se doméstica, siempre se mantiene rebelde, pero creo que igual es bueno intentar el reto. Un abrazo Beauseant, muchas gracias
EliminarMe gusta.
ResponderEliminarSu debilidad fue su fuerza.
Convirtió sus miedos en una fuente de inspiración. Algo que le ha pasado a más de un escritor.
Bien planteado. Un abrazo.
Me alegra que te gustara la trama Demiurgo. Muchas gracias por leer. Un abrazo
EliminarBueno, con la inexactitud de que la hoja era negra y la tinta roja, parece autobiográfico, y una aceptable excusa para ausentarse CUATRO semanas😜
ResponderEliminarbesoooo, Monica
Jaja si te referís a que fuese autobiográfico en relación a mi persona, te diré que tengo algunos miedillos pero no tantos! Jajaja. Un abrazo y muchas gracias por tu visita
EliminarNo siempre se consigue pero es un buen recurso (el de la escritura) luego viene el miedo al bloqueo, al papel en blanco... No sigo que si no voy a abrir la caja de Pandora de tu protagonista. Besos.
ResponderEliminarLo importante es tratar de canalizar en algo positivo lo que nos aqueja. A veces se consigue. Un abrazo Moli y muchas gracias por leer y comentar
EliminarBienvenida de esa ausencia temporal y seguro que gratificante Tu historia se va elevando como el humo de una chimenea Un problema por duro que fuese sólo se cura enfrentándose a él zum abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias por tu cálida bienvenida, Rodolfo. Se vez en cuando todos necesitamos un descansito. Lo disfruté mucho, por cierto. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención
EliminarLa escritura es como una terapia donde se mezcla la realidad con la ficción, vidas ajenas y la vida de quien la escribe. De esta forma, también aparecen los propios miedos y deseos.
ResponderEliminarMe pareció muy acertado, Neo.
Un besazo
Me alegra y te agradezco Dafne. Muy gentil de tu parte. Un abrazo
Eliminar¡¡Qué cierto!! Cuando una tiene esos miedos parece que son insalvables y únicos...
ResponderEliminarEscribir siempre es una buena idea.
Aplausos y abrazo
Muchísimas gracias Amaia. Celebro que te haya gustado el relato. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención
EliminarHa llegado a la mejor de las maneras para hacerse fuerte ante sus temores.
ResponderEliminarSiempre he creído que escribir es catártico y tu relato me lo demuestra.
Un abrazo.
Muchas gracias Rebeca. Me alegra que te gustara el relato. Un abrazo
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