Atendiendo al juego que este jueves nos propone Cecy como tema narrativo, opté por abrir al azar el libro Misteriosa Buenos Aires, de Manuel Mujica Lainez. La página me llevó al comienzo del cuento El Vagamundo, del que seleccioné la frase resaltada para inspirar mi relato, al que, con todo respeto, quise titular de igual manera.
EL VAGAMUNDOS
“Llegó
a Buenos Aires hace
cuatro días, sólo cuatro días, y siente que no podrá quedar aquí mucho tiempo.
El amor, su viejo enemigo, le acecha, le ronda, le olfatea, como un animal que
se esconde pero cuya presencia adivina alrededor, con uñas, con ojos
ardientes.”
Sin rumbo camina escuchando el eco de sus pisadas sobre el
empedrado mientras en algún boliche despoblado suena un tango. Callado y
pensativo recuerda viejos rostros sin nombre que creía olvidados: la pelirroja de ojos adormilados de Amberes,
la rubia angelical de los fiordos nórdicos, la fogosa napolitana de curvas
cimbreantes, la sumisa muchachita de ojos rasgados… diabólicas -sin
excepciones- que en su momento simularon prometer todo y nada cumplieron. De
improviso se dibujan ante él con la crudeza de quien se complace hurgando una
herida no cerrada.
Una gitana alguna vez le dijo que su desgracia surge de una
vieja maldición heredada de la que jamás logrará desprenderse, pero aun aceptando
la contundencia de ese designio se ha dejado llevar por algo parecido a la
esperanza. Pretendiendo escabullirse de ese nefasto destino viene inventando justificaciones
inverosímiles para sus descontroles, y hasta ahora han servido para calmar su
conciencia.
Tiembla la luz del farol bajo el que divisa a una muchacha.
La joven camina de aquí para allá, balanceando indiferente su desdén mientras busca
venderse sin pretensiones. Nunca le han gustado esas infelices que ni disimulan
su falta de escrúpulos. Pese a sus malas experiencias, prefiere a las
hipócritas: edulcoradas muchachitas que tienden sus redes y fingen lo que no
sienten engañando a los ingenuos que como él aún creen en el amor sin
límites.
Pese a no quererlo se acerca a la morocha e intercambia unas
palabras. Un destello en esos ojos transparentes logra conmoverlo mientras una caricia
aletea cerca de su corazón y de inmediato su instinto se pone en alerta. No
quiere caer en la trampa. Debería escapar, salir corriendo, pero el monstruo
que lo persigue desde siempre disfrazado de amor ya lo acorrala y se hace
presente.
Pobre muchachita despreocupada. Desde mañana -cuando ya esté
muerta- pasará a ser para él tan sólo la morocha
de ojos transparentes de Buenos Aires, ya que al evocarla, ni siquiera le
importará su nombre.
¡Bueno! Que aquí tenemos un asesino serial, escapando, y después no se donde se meterá, espero que a la cárcel como corresponde... Dios, y yo creía que era un pobre muchachito llegado recién a la gran ciudad donde también le acecharían tremendas cosas, y esta vez, en vez de el, caí yo de ingenua.
ResponderEliminarMe encantó Moni, claro y también el libro.
Gracias por acompañarme en este abrir y cerrar de ojos,
Un abrazote :)
Me alegra y celebro que te haya gustado. No sé por qué ese inicio me resultó prometedor para una tragedia de ese calibre jajaja. Un abrazo Cecy y muchas gracias por está excelente propuesta
EliminarLo primero que debo decirte es que me ha encantado descubrir palabras puras de tu país, y eso me gusta.
ResponderEliminarY bueno el asesino en serie tiene un perfil muy definido, acecha y luego va directo a la yugular, matar y dejar su insignia. Un buen texto con su nota de suspense.
Un besazo.
Sin darme cuenta al pensar en la localización que nos pone la frase de Mujica Lainez se me fueron palabras bien de acá. Me alegra que te gustara Campi. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención
EliminarEmpecé pensando que podría ser la letra de un tango, pero no hay asesinos en serie en la música, me fui dando cuenta de que era una tragedia muda sin sonido. Como siempre un relato magnifico. Abrazos
ResponderEliminarNo, cierto, no conozco ninguno jaja apenas alguna que otra muerte pasional impulsada por la venganza o contenida por la hombría de bien del engañado jaja. Me alegra que te gustara el relato. Un abrazo y muchas gracias
EliminarReconozco ese cuento, de un hombre condenado a ser inmortal. Y a partir conocer una mujer de la que puede llegar a enamorarse.
ResponderEliminarMe gusta como usaste esa frase, un ser condenado a asesinar a las mujeres de las que se enamora.
Parecía que el protagonista veía a esa mujer, que se vendía, en forma despectiva. Lo que paradójicamente le habría salvado la vida. Pero apareció el amor, en forma inoportuna.
Muy bien escrito. Un abrazo.
Agradezco la pormenorizada interpretación, Demiurgo. Me alegra que te gustara. Un abrazo
EliminarVaya que intenso y atractivo relato, me imagine toda aquella atmosfera un tanto peligrosa y obscura, que en cierta forma llama la atención, mis felicitaciones un texto realmente fascinante, me encantó leerte
ResponderEliminarBienvenida María. Me alegra volver a tenerte por acá. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención
EliminarPrecioso texto, donde pasado y presente se resumen en una mujer cuyo fin está tan cerca.
ResponderEliminarUna bonita e ingeniosa apuesta. Un fuerte abrazo.
Me alegra que te gustara la historia Albada. Muchas gracias por leer con atención. Un abrazo
EliminarMagnífico relato, que nos zarandea, con un principio meloso y dulce, que nos hace amar al protagonista, que al final terminamos odiando.
ResponderEliminarComo siempre muy bien escrito.
Besos.
Gracias Juan. Me alegra haber conseguido el propósito de sorprender con el final. Un fuerte abrazo y muchas gracias por leer con interés
EliminarMe ha dado cierto "frio en los huesos" conocer esta historia, un tanto oscura e inquietante. Como caso curioso creo que la Gitana .... la conozco. Lo cual le da un tono de magia la relato. Es claro que hay mucha gente con problemas mentales... sueltos, tratando de entenderse a si mismos, pero llevando un halo fatal a donde quiera que van.
ResponderEliminarHola José. Me alegra tu visita. Concuerdo. Hay mucho loco suelto. A veces el halo fatal no alcanza para negarle un lado más humano. Un abrazo
EliminarHola Mónica, el libro no lo conocía, la frase que has elegido está genial y el relato te ha quedado perfecto, un asesinato que la cita ha provocado. ;-) Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Me alegra y te agradezco por tus conceptos Merche. La propuesta de Cecy ha sido un acierto felizmente recibido por los jueveros. Gracias por ser parte. Un abrazo
EliminarHola Monica:
ResponderEliminarEstaba comentando tu entrada y no sé si al final se ha producido o, por el contrario, lo he borrado.
Siendo horrible el final de sus víctimas, me ha producido tu vagabundo un sentimiento de lástima. El huye del amor, lo teme, porque sabe que consecuencias tendrá para la vida de sus amantes circunstanciales. Quiere huir y, aunque tímidamente, intenta reesistirse ante una pulsión que lo lleva a actuar de la forma en que lo hace.
Un abrazo.
El personaje tiene un atisbo de reacción ante eso que sabe que es monstruoso y lo domina, pero al final cede, y sucede lo inevitable. Me alegra tenerte nuevamente sembrando palabras, Pepe. Un abrazo y muchas gracias por estar
EliminarWoW, Mónica, como te has quedado con todos nosotros. Espera un final distinto y con qué sabiduría le das un giro a la historia para dejarnos con la boca abierta. Nada más y nada menos que un asesino amparándose en el amor.
ResponderEliminarUn final tenebroso que me ha encantado. Enhorabuena. Un abrazo
Sobran locos que justifican su barbarie por causas justas. A nivel individual bien suelen justificar su violencia quienes dicen amar. Me alegra haber sorprendido con el final. Es lo que me gusta . Un abrazo Nuria y muchas gracias por tu cálido comentario
EliminarHola Mónica, me encanta tu manera de narrar tus historias, esta particularmente donde se refleja los arrabales de Buenos Aires, te felicito, me encantó.
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana.
PATRICIA F.
Muchas gracias Patricia. Valoro mucho tus palabras. Un abrazo
Eliminarque lleva a un asesino a destruir lo bello, su mente su formacion solo tiene una finalidad la destruccion como posesion total sobre lo que desea, terrible Un abrazo
ResponderEliminarUna de las posibles motivaciones que se me ocurren es su propia inseguridad. Pretender dominar a quien dice amar para sentirse poderoso y correspondido suele ser causa de violencia y drama. Puede que sea éste el motor que lleva al protagonista a tanta bestialidad. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención Rodolfo
EliminarMe ha encantando la frase escogida, muy poética! Y tambien tu relato es genial! Este protagonista atrapado entre dos pasiones, las mujeres y su instinto homicida! Un abrazote Neo!
ResponderEliminarMuchas gracias Marife. Me alegra que te gustaran frase y relato. Un abrazo y muchas gracias por tu atención
EliminarLa pobre muchacha muerta
ResponderEliminarinfortunio en Buenos Aires
su olvido es doblar la afrenta
Versos acordes destinados a la pobre víctima porteña. Gracias Julio. Un abrazo
Eliminar¡Pero bueno! Yo creyendo estar ante un pobre hombre enfermo de desamor y me salió con sorpresa, como los huevos Kinder. El pobrecito es nada más y nada menos que un asesino en serie.
ResponderEliminarMuy bueno, Monica. Me encantó.
Jajaja me has hecho reír con lo del huevo kinder! Siii... Me gusta jugar con las sorpresas y lo inesperado. Me alegra haberlo logrado. Un abrazo Ardilla
EliminarLeyéndote he pensado que tu relato podría serla historia de algunos de los criminales que matan en serie y que a menudo salen en las noticias. después de todo hay que tenerles pena son pobres enfermos atrapados en sus obsesiones.
ResponderEliminarUn beso Neo.
Pena siento por las víctimas. A ellos, sólo le ofrezco un cuento! Jeje gracias por leer Tracy. Un abrazo
EliminarTremendo relato, es estupendo, aunque te confieso que ya desde el principio como que se olían los crímenes, el crimen; el amor como enemigo y esa lista de mujeres sin nombre, la prostituta, muy sospechoso pero me fascina la virtuosidad con la que recreas la escena y el individuo. Qué arte!!!La frase de entrada y el libro me atraen un montón, como la ciudad ;)))
ResponderEliminarAbrazos.
Agradezco y valoro cada una de tus palabras Esther. Me siento muy halagada. Un abrazo y muchas gracias otra vez
EliminarTremendo texto Neo. Podría haber seguido leyendo un buen rato así que no lo abandones porque promete. Enhorabuena! Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
Te agradezco por la atenta lectura lady. Un abrazo y buena semana
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