Me sumo esta semana a la propuesta de Vivian, que nos invita a escribir sobre la idea de PARAÍSO en cualquiera de sus acepciones. Para leer a todos los participantes, pasar por su Piazza
PARAÍSO
De cómo llegó allí no recordaba
nada aunque sabía que no se trataba de un lugar. Su mente resultaba estar tan
confusa y a la vez, limpia, que mucho le costó acomodar en ella las nociones
básicas de su historia personal y su identidad. Sentía como si se hubiese
reiniciado en su consistencia de ser
y todo aquello que en su pasado había vivido se le antojaba ahora como irreal y
lejano. Tan sólo la inmensidad de lo que se le aparecía en presente, al alcance de su renovada percepción, importaba ahora y
merecía ser considerado. Así se sentía y casi ningún interrogante sobre el
porqué de su situación interrumpía la maravillosa sensación de reestrenar sus capacidades
sensoriales, mucho más sutiles, desarrolladas y perceptivas de lo que lograría
alcanzar cualquier humano.
Se sintió pleno y feliz, sin ninguna presión ni
urgencia ni inseguridad ni constricción que le provocara angustia o miedo.
Podía paladear sin mensura la belleza abstracta que lo rodeaba y en cada
inspiración profunda que realizaba intentando aumentar la sintonía con lo que
lo envolvía, lograba sentir la profundidad de la energía que desde allí emanaba
traspasando todo su ser.
Estaba solo, nadie se
percibía a su alrededor. Ni animal ni vegetal ni mucho menos alguna otra persona
se advertía en aquella instancia trascendental que atravesaba y pese a ello se
sentía profundamente parte de todo lo creado. Las sustancias a su alrededor se diluían
mientras la noción del tiempo se desvanecía al comprender la ilusión engañosa
de lo aparente.
La barrera física de su cuerpo
terminó al fin por disiparse ampliando aún más el contacto íntimo con la
energía envolvente. Logró entender sin necesidad de reflexión o razonamiento
lógico la naturaleza inabarcable del cosmos y el sentido último de la existencia.
Comprendió sin lugar a dudas que
todo ese proceso que experimentaba era en sí un fundamental retorno, el
camino inverso de lo transitado desde el momento de nacer, filtrado en su
memoria a causa de las confusiones provocadas por la vida misma y al fin revertido
llegada la instancia final de la muerte… en donde nada culmina, sino que se reorienta
impulsándonos otra vez hacia el Origen.
Un extraordinario ejercicio literario para demostrar que ese extraño paraíso solo puede ser alcanzado con la muerte, con el no ser.
ResponderEliminarBesos.
Me alegra que esa sea tu impresión. Un abrazo, Juan
EliminarNos has descrito el paraíso de la vida , la forma que tenemos de llegar a este mundo y las situaciones en las que nos tenemos que enfrentar ..para después en un retorno de todo lo vivido llegar al final donde encontrar ese lugar para descansar ..Así al menos lo entendí yo ..
ResponderEliminarUn abrazo y feliz resto de semana.
Esa fue la idea que quise transmitir, gracias Campi 😁
EliminarQué maravilloso ver ese regreso al origen, como el primer y último placer que somos capaces de sentir y disfrutar...
ResponderEliminarMe quedo con esa forma de ver la eternidad en que estamos sumergidos.
Un fuerte abrazo (y un beso doble, por supuesto)
Celebro que coincidamos, Vivían, muchas gracias. Un beso
EliminarA veces los paraísos están tan lejanos...
ResponderEliminarBesos.
Muy cierto, Pedro, gracias 😊
EliminarPese a toda la literatura al respecto me inclino a pensar que ese paraíso se encuentra reñido con la consciencia. Representa el último abandono consciente.
ResponderEliminarSiento transmitir un mensaje tan pesimista puesto que las leyes y la matemática de la naturaleza nos superan con creces.
Cada quien tiene derecho de expresar con libertad tal como lo siente, emejota, no hace falta pedir disculpas. un abrazo 😊
EliminarMe has dado en qué pensar.
ResponderEliminarMuy interesante tu aportación no sólo por la forma de escribirla, sino por su contenido.
Muchas gracias Tracy, es un halago que me digas que mi escrito hace pensar.
ResponderEliminar=)
Cada vez me maravilla más tu forma de expresanrte, Neo *___* Un paraíso profundo el que nos muestras, sobre el que hay que cavilar con tiempo y paciencia.
ResponderEliminar¡Un beso muy grande!
Muy amable tu comentario, Dafne, muchísimas gracias 😊😙
Eliminar¡Hola! Da pie a una reflexión tu relato como encontrarse con ese paraíso. Disfruté mucho la lectura.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Muchas gracias Roxana.
EliminarEl paraíso del principio al final.
ResponderEliminarBeso delfin.
Un permanente retorno... Gracias Fabián 😊
EliminarRealmente, leerte es disfrutar de un paraíso... perderse en un rincón de esos con un cristal empapado de lluvia y un taza al lado con un té humeante... Y descubrir los sin fines de todos tus matices.
ResponderEliminarA veces, hallamos el paraíso sin buscarlo. Otras, lo buscamos y decidimos disfrutarlo en el silencio de una soledad elegida..., de un trascender eterno.
Bello, bellísimo.
Un beso enorme.
Muy generosas tus palabras ,Mag, muchas gracias 😁
Eliminarda para pensar en ese viaje tan introspectivo que uno a veces hace pero que al final debe hacer si o si... besos!!!!
ResponderEliminar...si o sí, no hay escapatoria... Ojalá sea algo así el paraíso que nos espere al cruzar el forzado umbral. Un abrazo 😊
Eliminarmagnifica construcción literaria y, aunque anunciado, sorprendente remate.
ResponderEliminarchapó a la dueña de esas letras!
aplausos
Muchas gracias Miralunas, agradezco y valoro tus palabras. Un fuerte abrazo 😑
Eliminar