jueves, 30 de marzo de 2017

ESTE JUEVES UN RELATO: Llegar a fin de mes

De la mano de Gustavo, me sumo a la convocatoria literaria de esta semana. Para leer más textos, pasar por su blog.


33



LLEGAR  A FIN DE MES

Al ver mis zapatos -mugrientos y deformados- mi cabello cano apenas peinado y sin rastro ya del último corte, algunas personas seguro pensarán que estoy ida. Más allá, mis pensamientos, de las preocupaciones que a todos atan a la supuesta cordura. Pero no es así. Soy consciente aún de mis necesidades, de esta realidad de carencias profundas que hacen que mi dignidad haya bajado más allá del límite de lo que jamás hubiese pensado. La chaqueta que llevo, raída y descolorida, alguna vez fue la que lucía orgullosa en mi trabajo, preocupada por entonces en dar una buena imagen a la par que intentaba sonreír con educación y cortesía detrás del escritorio.

Seguro la gente pensará que las tres frutas que llevo en la bolsa me han sido regaladas. No es así. Acabo de comprarlas. En realidad han sido dos por la que he pagado. La otra me la obsequiaron como gentileza en la verdulería. Me conocen de hace bastante y tienen conmigo ese tipo de gestos. Yo los agradezco. He dejado ya de sentirme humillada. ¿Qué es el orgullo más que el síntoma vano de un ego desbocado?

Camino por la calle sin mirar a los ojos de la gente que pasa, alocada, de un lado para el otro. No me pierdo ya en detalles como esos.  Mi mente se entretiene evocando otros tiempos, cuando yo era parte de esos que corrían. Algo menos preocupada, eso es cierto. Pero tan atareada y vital como ahora van ellos. Nunca tuve mucho, ni tampoco lo desee, eso también es cierto. Pero hice lo que pude y no me siento culpable. Aunque jamás pensé que llegaría el día que, a cambio de lo que di, me quedaría tan poco.


Hoy, se puede decir que no vivo, que apenas sobrevivo. Sin aspiraciones, ni sueños, ni quejas ni quimeras. ¿Para qué? si sé que es inútil. No sé ya el día que corre, para mí todos son iguales. Lunes, martes, sábado o domingo. ¿Qué más da? Solo marco en el calendario el día que cobro esa jubilación tan magra que cada vez dura menos y alcanza para bien poco ¿Si me preocupo? No le encuentro el sentido. Si tengo, algo como, otro poco me dan algunos por lástima o simpatía. Me da más o menos lo mismo. Cuando se me acaba, tal vez extienda mi mano en alguna esquina. ¿Qué saben -los que pasan- lo que he hecho o sufrido en la vida?

Nota:
El relato surgió a partir de una señora real con la que me crucé, camino a la verdulería.

miércoles, 22 de marzo de 2017

ESTE JUEVES UN RELATO: Círculo vicioso

Esta semana la consigna a desarrollar viene de la mano de Maribel Lirio, a partir de la temática de los CÍRCULOS VICIOSOS en los que nos dejamos enredar con el pensamiento. Con algo de adelanto, va mi aporte.
(para leer todos los relatos participantes, pasar por su blog)


Image result for circulo vicioso
 (image by_goranchacha)


CIRCULO VICIOSO

¿Y si todo en su vida, más allá de las aparentes diferencias sustanciales, no ha sido más que un círculo vicioso perpetuo y silencioso en donde sus propias inseguridades han ido construyendo esa trampa continua de dependencias y frustraciones en la que se siente desfallecer? ¿Y si nada de lo que le sucede hoy responde al azar o a una infortunada combinación de factores externos, sino que nace en la manera en que desde el inicio, ella misma va predisponiéndose con todas sus relaciones? ¿Y si no le alcanza para crecer y avanzar el aprendizaje que le aporten las malas experiencias pasadas?  ¿Si no sirve lamentarse hasta quedar sin llanto intentando hacer borrón y cuenta nueva, apostando al rato a otro tímido puede ser sin que los cambios asumidos hayan ido más allá de otro nombre tachado, un puñado de recuerdos mal paridos desechados al fondo de la lista de desplantes y una nueva retirada con tacos desgastados intentando marcar distancia, con resignación y con culpa, ante esa espiral entrampada que van pavimentando sus propias cenizas? Y es que nada podrá cambiar, en definitiva, si ella misma no cambia más allá del color de pelo o la circunstancial geografía de su realidad.

¿Por dónde empezar? Siente que su interior es un mundo inexplorado. ¿Comenzar por intentar reconocerse sin miedo a lo que pueda descubrir? Sabe que hay mucho que la decepcionará. ¿Aprender a asumirse sin complejos? No cree tener la fuerza.


Quisiera saber por qué punta tirar para comenzar a desovillar esa madeja. Siente que quizás no haya tan solo una punta. Tal vez sean muchas las hilachas. Puede que el proceso se parezca más a pelar una cebolla, sacando capas lentamente para ver qué cubre cada una. Quizás la ansiedad sea contraproducente. Tal vez la manera de comenzar sea simplemente dejarse llevar por el universo del propio ser, ese que lo sabe todo y que se suele tener acorralado detrás del ego. Contemplar hacia adentro, silenciar las dudas, las preguntas y limitarse a respirar profundo para que las respuestas lleguen sin apresuramientos. Tal vez por ahí pueda intentar romper el círculo…

jueves, 9 de marzo de 2017

ESTE JUEVES UN RELATO: Bon appetit


Esta semana Matices nos propone remontar la imaginación narrando historias que se relacionen con el placer de la comida. Les dejo mi aporte.


BON APPETIT
Image result for sushi

Conoce y domina en profundidad la delicadeza de la gastronomía de sus ancestros, deleita -a quien la observe cocinar- con cada gesto durante la preparación de sus hazañas culinarias. Cuidadosa, detallista, selectiva. A la hora de definir su menú agudiza sus sentidos para percibir la inspiración que el estado de afinación de su espíritu le aconseja para cada ocasión.

Jugos, sabores, aromas y texturas combinados con la excelencia que sólo dominan los grandes chefs, excitan al comensal apenas descubrir frente a si cada una de las exquisiteces que surgen de su cocina. Ella lo sabe y se enorgullece por su arte.

Mientras se concentra en la sazón de las salsas y en la elección y fileteo del pescado del plato principal, no deja de pensar en la creativa combinación de aromas que conseguirá para esa singular cena a la que sólo asistirá un único invitado. Se complace con la ambientación que logrará mediante la profusión de velas, la sutil presencia de un ikebana de flores blancas en el centro de la mesa anunciando el paraíso de degustación que sobrevendrá con el correr de la noche. La refinada mantelería enmarcando la exótica vajilla convenientemente dispuesta, serán los únicos testigos de la extravagante cena en la que piensa dejar aflorar sin tapujos la lujuria combinada de sus más increíbles manjares.

Todo está cuidadosamente equilibrado, todo ha sido puntillosamente planeado. Las finas hierbas, los nabos, los moluscos, las hojas frescas de rizada presencia. Las algas, las raíces de loto, la masa de arroz, el fugu fileteado convenientemente infectado con el veneno de sus entrañas para provocar el colapso inmediato de su detestable convidado… Todo justamente calculado para disimular sus verdaderas intenciones detrás de una exquisita conjunción de sabores.

Paladea por anticipado el momento de su liberación, ese en el que de una vez y para siempre pondrá fin a la tortura insoportable de estar atada a su indeseado marido, millonario –sí- pero anciano, decrépito y falso “entendido” en alta cocina oriental a la que sólo simula valorar como estrategia de complacencia conyugal.




miércoles, 1 de marzo de 2017

ESTE JUEVES UN RELATO: La ventana indiscreta

Esta semana nos conduce Alfredo, para leer todos los relatos pasar por su Plaza del Diamante.

P.d
me disculpo por la extensión del texto, las musas llegaron verborrágicas. 




LA VENTANA INDISCRETA

Basándose en lo que se podía leer en las revistas y escuchar por la TV, cualquiera hubiese asegurado que se trataba de la pareja perfecta. Jóvenes, bellos y siempre sonrientes, mimándose constantemente en público, atildados, correctos, simpáticos, armoniosamente juntos a la hora de opinar y mostrarse frente a cámaras, ambos resultaron ser siempre referentes ideales para quienes imaginan que la fama, el éxito y el dinero son las llaves inequívocas para alcanzar la “felicidad” tal y como la imaginamos a partir de lo que vamos armando sobre la vida de los otros.

Pero yo, anónimo e impensado testigo privilegiado de sus más íntimos entredichos, sé que nunca fue así. Lejos estaban de ser una pareja perfecta, amorosa y equilibrada, feliz y satisfecha.

Desde la pequeña ventana de mi habitación, -casi un accidente arquitectónico dentro del añoso edificio en el que habito- he podido observar sin ser visto todo el maltrato e incomprensión que existía entre esos dos, vecinos notorios de este barrio distinguido que siempre se ha considerado al margen de escándalos y frivolidades.  

Sé que mi actitud de indiscreto voyeur no representa nada digno ni rescatable. Sé que no ha sido correcto de mi parte sostener esta obsesión que me ha hecho ser observador persistente de sus constantes discusiones conyugales, pero puedo atestiguar por haberlo visto a estrecha distancia, que entre ellos fue creciendo un profundo rencor, producto amargo de la hipocresía de la conveniencia.

A través de la tenue transparencia de las cortinas he podido comprobar que hace mucho ya que dormían en habitaciones separadas, que nada grato compartían  más que la obligatoriedad del mismo techo. Vaya a saber uno por qué, seguían insistiendo con esa insana convivencia.

No se hablaban más de lo indispensable. Él la evitaba y hasta diría le echaba culpas que ella terminaba por aceptar. Sé que ella lloraba, inconsolable por las noches, ahogando en silencio las lágrimas de su pena. En silencio y con pastillas, que -puedo asegurarlo- tomaba muchas. Me animaría a decir que él ni se esforzaba ya en ocultarle sus numerosas aventuras, traiciones injustificadas que la pobre intentaba soportar con estoicidad.

Ahora, sabiendo que esta mañana la han encontrado muerta en su baño –habitación ésta a la que desgraciadamente no tengo visual desde mi dormitorio- puedo asegurar, pese a no haber contemplado la escena, que sus nervios no han debido soportar la última ausencia de su marido y en su desesperación, ha debido cortase las venas como último escape a esa infelicidad que siempre se esforzó por disimular puertas afuera de su casa.

Sí, sé que los titulares hablan de un problema coronario de larga data y que –dicen- la enfermedad de un hermano ha sido el motivo por el que él debió ausentarse de su casa, pero a mí no me engañan. No me va ese intento de ocultar lo que yo sé con abundancia de detalles. Los he visto mal convivir desde hace añares y sé lo que en verdad pasaba entre ellos.  A mí no me vengan con interpretaciones suavizadas. Yo sé cómo han venido desarrollándose las cosas y ninguna otra versión de los hechos que pretendan darme ha de sacarme esta certeza que tengo en mi corazón y en mi cabeza.


Nota:
Luego de leer sus amables comentarios (hay seis hasta el momento en que agrego esta reflexión) caigo en la cuenta que todos asumen que la versión interpretada por el observador indiscreto ES indiscutiblemente la verdad. Fue mi intención deslizar algunos detalles para inferir que ese voyeur da por sentado lo que cree saber, y en realidad habla de cosas que de ninguna manera puede conocer con certeza, por ejemplo, los sentimientos de esa mujer que contempla desde lejos y con la que jamás habló, o las intenciones de ese hombre al que cree culpable de toda la incomunicación. Además, el detalle de asumir que la muerta se había cortado las venas en el baño (cuarto al que no tiene acceso desde su ventana) demuestra (o pretende hacerlo) que mucho de lo que ese vecino indiscreto da como cierto, en el fondo es sólo una conjetura.