Para sumarme al muy original reto propuesto por Mag desde su blog para esta semana, intenté armar espontáneamente una lista de palabras en donde las D se repitieran tal como pedía la consigna. Después, inspirada en la primer idea que me surgía a partir del curioso título propuesto (me hizo pensar en el nombre caprichoso de algún artilugio tecnológico) me dejé llevar y surgió este texto de tinte futurista - apocalíptico tan loco como improbable (esperemos!). Los invito a leer todos los relatos pasando por acá.
Lista de palabras utilizadas
decimosegundo adecuado cuidadosamente
impedidos desesperados desocupadas endeudado duodeno abandonados dadivosos
embanderadas desahuciados
despedidas
TRECE DOS D
El destino del viejo planeta
estaba sellado y los últimos habitantes intentaban escapar de él antes que su
sol, definitivamente menguante, culminara su existencia en un estrepitoso estallido
final.
Según habían descubierto los
científicos, el decimosegundo planeta de la
galaxia más cercana resultaba ser el más adecuado
destino hacia el que aconsejaban dirigirse -de poder hacerlo- acomodándose en
las insuficientes naves que hasta el momento habían logrado construir. Por
supuesto, ya habían partido en los principales navíos colonizadores los más
pudientes, los más notables, los privilegiados cuidadosamente
seleccionados para perpetuar la especie fuera de aquel mundo a punto de
colapsar.
El resto, pobres, impedidos y descastados, quedaban atrás, resignados,
intentando abordar por su cuenta alguna de las improvisadas y poco fiables
naves que aún quedaban por zarpar. Luchando desesperados
por un rincón en las pocas bodegas desocupadas que
se ofrecían, cada quien pujaba por brindar en pago lo más valioso que aun
pudiera conservar.
Para los menos afortunados, los
que no tendrían la suerte de ser evacuados, una mortífera píldora de cianuro les
había sido dejada como alternativa piadosa frente a lo inevitable.
Él, endeudado
a causa de una reciente cirugía de duodeno, para no quedar entre los abandonados, había tenido que resignarse a vender oportunamente a su único hijo a una
acaudalada pareja de futuros colonos que habían zarpado a bordo de las primeras
naves.
Por la cuantiosa cifra que había obtenido por la venta de
su pequeño, logró acceder a uno de los últimos compartimentos libres en
la TRECE DOS D, precaria nave espacial
construida a las apuradas por dadivosos
integrantes de oenegés embanderadas en causas proteccionistas de la vida
silvestre.
El estrecho nicho -preparado para albergar mamíferos de
mediano porte que ansiaban evacuar- gracias a la intervención de un tripulante que
lucraba con el transporte ilegal de desahuciados, pasaría a ser de ahora en más su
improvisado camarote durante la larga travesía.
De improviso, el vehículo interplanetario se alzó –tambaleante por el exceso de carga- sin dar tiempo a arrepentimientos ni despedidas. Mientras que la pantalla retrovisora les mostraba, triste, la imagen de su agónico planeta, por la del frente alcanzaron a ver, fulminante, la estrella madre justo en el momento de estallar.
Muy buen relato de ciencia ficción, incluyendo el ciclo de las estrellas, que menguan y estallan.
ResponderEliminarUn futuro de space opera, con naves interestelares. Pero con desigualdades sociales, como en otras épocas de la histori, ficticia o real.
Bien cumplida la consigna.
Un abrazo.
Muchas gracias Demiurgo, a veces uno pierde la esperanza de que las cosas cambien y que las desigualdades desaparezcan. Gracias por leer. Un abrazo
EliminarMe gustó que la nave llevara el nombre de la consigna, pues le sienta justo. Por momento pensé que si al planeta se le sigue tratando así, tu ficción se verá muy reflejada, y espero no tener que decir que se le parece mucho a la realidad.
ResponderEliminarExcelente, y cumplido!
Un abrazote Moni :)
Esperemos que aprendamos la lección, Cecy, y que cuando llegue la hora de emigrar, la humanidad haya evolucionado en responsabilidad y actitud solidaria. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención
EliminarPodría ser real, necesitamos de esas ilusiones interestelares ya que las de abajo empiezan a pedir recambio. Abrazos
ResponderEliminarEn algún momento nuestro planeta caducará y deberemos buscar un nuevo hogar. Triste, pero está dentro de lo previsible. Un abrazo Ester. Gracias por leer con atención
EliminarUn relato súper futurista y que no creo que nosotros lo veamos, pero quizás los que viene detrás lleguen a vivirlo. Ya se está diciendo de formar colonias en marte u otro planeta que pueda ser habitado , hasta en el fondo del mar.
ResponderEliminarEs una pena que se tenga que vender a un hijo para salvar tu pellejo. Un buen texto Neo.
Besos, feliz semana.
Aunque cueste creerlo, hay delirantes que hoy plantean hasta esas aberraciones en nombre del individualismo libertario a ultranza. Un abrazo Campi. Gracias por leer
EliminarQue emocionante final para esta historia apocalíptica/espacial! Me ha encantado el nombre que le has puesto a la nave! Ja, ja! Un abrazote Neo. Marifelita.
ResponderEliminarMe alegra que te gustara Marifé. Gracias por leer. Un abrazo
EliminarLo siento tan real porque, pase lo que pase, las diferencias sociales siguen marcadas; y quizás hasta lo último de nuestra existencia.
ResponderEliminarUn abrazo
Lamentablemente así parece y es lógico pensarlo. Triste. No aprendemos. Gracias por leer y comentar Camila
EliminarLo armas muy bien. Cumpliendo el objetivo de la propuesta y con un final muy bueno, mirando por el retrovisor de la nave hecha con prisa.
ResponderEliminarMe gustó mucho. Un abrazo
Me resultó interesante todo el proceso de escribirlo. Fue divertido. Un abrazo Albada y muchas gracias por leer
EliminarAl vender a su hijo se aseguro un lugar para ambos, un muy buen relato, como siempre, Neo
ResponderEliminarAbrazo
Algo tan extremo sólo se entendería en una situación tan injustamente inequitativa como la del relato. Y hay cosas similares que hoy mismo son realidad. Gracias por leer mujer de Negro. Me alegra reencontrarte. Un abrazo
EliminarMe encanta ver cómo hemos ido salvando el reto, que fácil no era, haciendo gala en tu caso de una imaginación bien generosa.
ResponderEliminarBesos.
Si. La variedad de temáticas ha sido notable. Un abrazo Noelia. Muchas gracias por leer
Eliminar¿Sinceramente? Yo sería incapaz de armar un relato así. Y no solo por las palabras ordenadas, es que también tu imaginación, no está al alcance de todos.
ResponderEliminarEl final, acorde con lo que acostumbras.esos
Besos.
Me siento muy halagada por tus palabras Juan . La verdad es que me resultó divertido. Un abrazo y muchas gracias por acompañarme
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ResponderEliminarEste relato es para un buen premio, tan ingenioso asombroso.
No creo que yo fuera capaz de escribir algo tan espectácular como esto.
Enhorabuena.
Besos.
Maricarmen, muchísimas gracias por tu generoso comentario. Lo valoro de corazón. Un abrazo y muchas gracias por tu visita
EliminarExtraordinario relato, Neo, has cumplido bien el reto de las treces D, nos has hecho viajar, al ir leyéndote, hacia el espacio con esta nave.
ResponderEliminarBesos.
Me alegra que te gustara María. Muchas gracias por leer con atención. Un abrazo
EliminarHola Mónica: un relato futurista con operaciones de duodeno por medio y una nave que se llama igual que el reto que nos ha propuesto Qamar, muy bien logrado el reto y bien narrado.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Jajaja creí que este reto era propicio para narrar intercalando alguna cosa alocada que aportará contraste. Lo del duodeno fue casi un chiste! Muchas gracias por leer y comentar, Merche. Un abrazo
EliminarWow, me pregunto si realmente sobrevivieron en el Trece dos D tras la muerte del Sol y del planeta *.* Genial relato, Neo.
ResponderEliminarUn besazo juevero
Final abierto, Dafne... final abierto! Jeje un abrazo y muchas gracias por leer
EliminarUna ciencia ficción que pone de manifiesto que también en ella existen los afortunados, los ricos y los personajes relevantes. Y también los desgraciados, pobres y desahuciados a los que hubo que ponerle esa nave con ese bonito nombre, que los salvó del caos.
ResponderEliminarMuy bueno, lo he disfrutado mucho.
Me alegra mucho Tracy. Me estimula tu visita y comentario. Y abrazo y muchas gracias
EliminarWaw!, Monica. No soy muy fan de la ciencia ficción, pero admiro lo airosa que has salido de semejante reto. Que bien aprovechado el Trece 2 D. Podría ser perfectamente el nombre de una nave tripulada. Gran trabajo. ¡Felicidades! Espero que todos los jueves no sean de tal calibre porque me estoy asustando ☺
ResponderEliminarBienvenida ardilla!!! Cuánto me alegra recibirte!! No era tan complicado, más bien un poquito intimidante x el calibre de la consigna pero en si, fue muy divertido. Espero te entusiasmes con retomar tu participación juevera. Es muy grato compartir letras y entretenimiento. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer
EliminarHola Mónica, que buen relato de ficción. Te aplaudo. Un abrazo
ResponderEliminarMuy agradecida, Nuria. Un abrazo
Eliminarjajja. yo también me quedo con de duodeno , dentro de ña tragedia. Aquí había un humorista que siempre estaba con e " duodeno" en la boca.
ResponderEliminarA buen seguro que en el duodécimo planet, seguirán las castas, aunque ya se habrán lubrzdo de unos pocos.
Magnífico encuadre de un final apocalíptico.
besoss Monica
Jaja si! Se prestaba para el chiste la palabrita! Me alegra que te gustara el relato, Gabi. Muchísimas gracias por tu atención y buen humor. Abrazo!
EliminarHas logrado armar un relato estupendo cumpliendo muy bien con la consigna. Y además has creado un escenario futurista muy plausible que me deja con la piel de gallina. Podría hacerse con tu texto un análisis psico-socio- filosófico. Te felicito, Moni. Besotes.
ResponderEliminarMuy amable de tu parte, Myriam. Me alegra que te gustara cómo surgió la trama. Un abrazo y muchas gracias
EliminarHola Mónica, hoy nos asustas con un planeta agónico y una espantada general. Espero no verlo ni mis herederos jajajaja, Tendremos que hablar con chinos y rusos para que dejen de supercontaminar aire agua y mentes. De todas formas, mi nieto varón menor, quiere ser científico ( y le sobran cualidades e inteligencia) hablaré con él para que nos prepare una nave, que más vale prevenir Un abrazo
ResponderEliminarSiii . Más vale ser precavidos ante lo inevitable, Rodolfo. Nuestro Sol alguna vez se va a apagar, es su vida natural, y si aún existe nuestra especie, deberemos enfrentarlo. Un abrazo y muchas gracias por leer y comentar
EliminarHola, he llegado hasta ti por el blog de los relatos jueveros. Ya te sigo. Soy muy nueva en esto, y partiendo de mi creencia de que todo buen escritor es siempre al principio un buen lector, creo que mi blog te puede interesar a ti también https://granlibroeditorialchiquita.blogspot.com/ es un blog en el que hablo de buenos libros de editoriales prácticamente desconocidas. También tengo mi blog para los relatos jueveros, https://sobrelalocura.blogspot.com/ La verdad es que vuelco bastante más tiempo e ilusión en el otro. Te invito a que me sigas, y a que nos comentemos. Me encantó tu aportación. Un beso.
ResponderEliminarGracias, Sanhoycal, los tendré en cuenta. 👍
EliminarUn relato futurista que deja mal sabor de boca, como siempre, incluso llegados al apocalipsis, es el dinero el de define quienes tienen derecho a sobrevivir y quienes no. Un magnifico relato amiga, besos.
ResponderEliminarMe alegra que te gustara moli. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención
EliminarUn placer leerte. Un buen relato de corte futurista, donde las 'dos des' han fluido a la perfección. Nos leemos.
ResponderEliminarUn abrazo!
Muchas gracias por leer con atención, lady. Hasta cada rato
EliminarHola,Moni.
ResponderEliminarUn relato como analogía al mismo Titanic o, en otro caso, las pateras que llegan con gente que busca algo mejor y que, en la mayoría de las veces, se ve envuelta en redes mafiosas. Muchos mueren en el camino; otros, al llegar.
El final a veces es esperanzador. En otros, fatídico.
Muchas gracias por tu participación y genial la inclusión de las palabras.
Un beso.
Ha sido un gusto, Mag. Tu propuesta daba pie a variadas historias y la gente respondió con mucha imaginación. Un abrazo y muchas gracias por conducirnos
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