Me sumo con este texto a la convocatoria juevera de esta semana, que nos propone Molí desde su blog.
LA BELLEZA DE LO COTIDIANO
Justo un instante antes que la
consciencia tome nota de la realidad que la rodea, la luminosidad de la mañana
logra quebrar las nieblas del sueño y uno se despereza. Según sea el tramo que
le toca transitar en su vida, los primeros pensamientos que alejan a la mente
de su periplo por el mundo de los sueños serán mieles, preocupación o
soledades. O una particular mezcla de todos.
Después las rutinas ocupan su
lugar tomando el mando frente a las urgencias que nos reclaman y es el espejo
el encargado de poner en orden las clavijas mientras el agua juega su juego de
bendecir los despertares.
Regala el café su aroma de grano recién
molido mientras crujen las tostadas rubias a medida que las degustamos como si
fueran un regalo del cielo. Si hay tiempo, naranjas exprimidas coronan el
recreo imprescindible ante de intentar otra vez tomar al mundo por sus astas. Cada
quien decide por dónde empezar y si vale la pena el intento. La fe y los años
hacen de alas y contrapeso equilibrando las voluntades. Por un segundo y café
mediante, todo parece nuevamente tener sentido y hasta dan ganas de enfrentarlo.
Después, a medida que otros
rostros se encuentran frente al nuestro con sus propias soledades, la pesadez
de lo improbable nos tiende la trampa de las contradicciones poniendo a prueba
suerte, maña y voluntades.
Uno vuelve a tomar conciencia de
sus propias vulnerabilidades y necesita reencontrarse con ese impulso vital que
le empuje al ruedo. Es ahí que el poder infinito de una sonrisa, una flor o un
gesto impensado de humanidad hallado de improviso, logra mover montañas y se
renuevan otra vez mágicamente las ganas y la esperanza.
Si cada que despertamos es como.... renacer!!. Finalmente diria yo si es un milagro estar vivos y poder contemplar el sol, el trino de los pájaros.
ResponderEliminarSegún como sea el punto de vista y las circunstancias de quién lo mire, despertar puede ser un renacer ... O una condena! Muchas gracias por leer con atención José. Un abrazo
EliminarPrecioso. Muestras esa lucha invisible pero que nos confronta diariamente. Esas pequeñas cosas a las que nos asimos como velo que cubra o mitigue la realidad aplastante, siendo conscientes de que ahí fuera, volveremos a chocar con el peso de la vida y lo burdo; y, a su vez, esa insistencia interior e innata, de ver y abrazar esos detalles que nos colmen de luz y esperanza.
ResponderEliminarMuy buena y hermosa participación, Mónica.
Un placer…
Bsoss, y muy feliz tarde 💙
Agradezco tu generoso y dedicado comentario Ginebra. Me alegra y estimula. Un abrazo y muchas gracias otra vez
EliminarUn buen retrato de ese cotidiano despertar y las necesidades de ese buen desayuno, del cual podemos oler hasta el aroma del café. Luego, el día siempre es mejor si hay una sonrisa de por medio.
ResponderEliminarAbrazos Mónica.
Muchas gracias José Luis. Me alegra que te gustara. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención
EliminarLa cotidianidad deberíamos aderezarla con nuevos objetivos, nuevas ilusiones, nuevas metas.
ResponderEliminarPonerla a cocinar con dichos ingredientes, a fuego lento...
Un abrazo Mónica. 💖
Muy buen consejo Berta. Muchas gracias por leer. Un abrazo
EliminarEfectivamente mi querida Neo, los despertares tienen la particularidad de ser presentados en diferentes formas y colores, talles y sabores, por mencionar tan solo algunas de sus cualidades. Como siempre, me encantan tus escritos.
ResponderEliminarPersonalmente mi mayor enemigo es el espejo quién me recuerda cada mañana que debo esconderme detrás del Confesionario para evitar una carrera alocada de feligreses huyendo de la parroquia.
Bendiciones con aroma de sonrisa,
Jaja buenas consideraciones para ampliar el panorama de los despertares Cardenal. Muchas gracias por tu visita. Un abrazo
EliminarLo cotidiano que no sea aburrido, que sepamos validar lo necesario y lo grato porque a veces la vida es demasiado reiterativa. Un abrazo
ResponderEliminarHola, hoy tu relato me recordó las primeras lineas de la película "Despertares", no me digas el por qué.Creo que cuando abrimos los ojos es el comienzo de algo nuevo, aunque parezca que todos los días son iguales no lo son. Y esta en nosotros en hacerles mejor, aunque las circunstancias a veces no son las mejores debemos utilizar nuestra imaginación. Un besote y feliz semana.
ResponderEliminarMe gusta esa forma de encarar el l nuevo día como una posibilidad para aprovechar y descubrir. Un abrazo y muchas gracias Campi
EliminarMe ha resultado particularmenye estimulante el principio del tercer parrafo, particularmente "aroma". Pero tengo que decir, que fuera de la ensoňacion de la lectura si despues del café y las tostadas, hay que ir a trabajar, o si en ese momento aun es de noche, lo de "aroma" no pasa de "olor", y el placer se elipsy con la "prisa". Aši que , fuera del domingo, no sé...
ResponderEliminarBesoss monica
Jaja cierto! Todo depende del tiempo del que se disponga y dónde se encuentre el trabajo que realices. Un abrazo y muchas gracias por compartir tus reflexiones Gabi
EliminarMe he visto totalmente reflejada en el primer párrafo, el despertar debe de ser algo muy universal. En el café y el zumo de naranja también coincido. Y esa frase final, que dicho sea de paso es una maravilla, me vuelvo a encontrar. Un texto muy hermoso.
ResponderEliminarBesos, Neo, que tengas un lindo fin de semana.
Me alegra que tengamos tantas coincidencias Esther. Un abrazo y muchas gracias
ResponderEliminarMe ha alegrado coincidir con muchas de vosotras en describir esas primeras horas del día y es que todas somos conscientes de que según sean ellas , asi será el resto del día.
ResponderEliminarBesos
Es cierto. Solemos predisponernos desde el inicio del día según sea nuestro ánimo al despertar. También celebró las coincidencias, Tracy. Un abrazo y muchas gracias por tu cercanía
Eliminarcada dia que comienza, la vida nos regala una oportunidad, cada día nuevo podemos escribir los versos más tristes, cada día nos da la oportunidad de todo lo que nos propongamos, por que cada dia volvemos a rodearnos de lo sencillo si ese es nuestro propósito y alabar lo cotidiano camo un descubrimiento Un abrazo
ResponderEliminarEs así Rodolfo, y no deberíamos olvidarlo. Un abrazo y muchas gracias por compartir tus pensamientos
EliminarQue mejor manera de coger impulso que con las rutinas saboreadas como un manjar y relajantes tareas diarias.
ResponderEliminarUn placer leerte
Besos
Valorando lo especial que quizás olvidamos. Un abrazo Charly. Muchas gracias por leer con atención
EliminarUn despertar así tiene un poder brutal y una belleza calma... intentaré recordar tu post cada día
ResponderEliminarBss
Muy amable de tu parte Sylvia. Un abrazo y muchas gracias
EliminarEse sabor del café, esas tostadas, ese zumito, ese desayuno manjar de nuestros días, envuelto en la rutina de un nuevo comenzar. Cada instante es único en nuestras vidas.
ResponderEliminarBesos.
Es así, si nos disponemos a disfrutarlo. Un abrazo Maria. Muchas gracias por leer con atención y comentar
EliminarHas entrado de lleno en lo cotidiano del despertar al día, lo has hecho tan bien que aún estoy oliendo el café y el crujir de las tostadas. Muy bueno, gracias por sumarte, besos
ResponderEliminarFue un placer Moli. Muchas gracias por conducir otra convocatoria exitosa. Un abrazo
EliminarSon momentos especiales. Diría yo que con una mezcla de emociones. A veces o frecuentemente, con una nostalgia de lo onírico, de tener que afrontar la vigilia, en que no todo será según la propia voluntad, o la manifestación de los deseos. A veces con frustración de afrontar la vigilia, sin haber soñado algo memorable.
ResponderEliminarUn desayuno puede mejorar el día, si se lo saborea.
Bien planteado. Un abrazo.
Ciertas todS tus consideraciones Demi. Muchas gracias por pasar y leer con atención. Buen domingo!
Eliminarcreo que somos un poco como relojes, necesitamos poco, muy poco, para ponernos en marcha, pero si alguien no nos da cuerda entonces nos quedamos parados...
ResponderEliminarSabía reflexión. Muchas gracias por pasar y leer. Buen inicio de semana
EliminarA mí el frío no me afecta, Maricarmen, pero sí el calor jaja... Y sin café no me despierto! Un abrazo y muchas gracias por leer
ResponderEliminarDetenerse en el abismo, parece imposible, según quién salte... yo siempre decido saltar y un par de veces me he quebrado algo, pero vuelvo a lanzarme una y otra vez.
ResponderEliminarSe reintenta aunque duela. De eso se trata. Gracias por leer Gustab. Hasta cada rato
ResponderEliminar