Esta vez es la querida San quien desde su blog, nos propone un sugerente tema para nuestros relatos: Chismes. Para leer todos los aportes, dar clic aquí.
MI APORTE
De la noche anterior sólo le
había quedado la resaca. Agria, incongruente, impropia. Nada que ver con su
habitual imagen medida y conspicua. Varios recuerdos discontinuos brotaban en
su memoria como segmentos recortados de una realidad borrosa que no sabía si
quería recordar. La excusa de juntarse para despedir al contador fue motivo
para que muchos, como ella, se animaran a descomprimir la tensión del trabajo
acumulado. De ahí que se excediera en el baile, la bebida, la comida y la
charla… ¡la charla!
Como un latigazo le vino a la
memoria el momento de solaz distensión que alcanzó con la flaca de contaduría,
la chismosa más filosa de toda la empresa, con quien nunca tuvo más cercanía
personal que un eventual hola y adiós de obligada cortesía. Pero en la fiesta,
alentadas por el alcohol que corrió sin pausa, estuvieron intercambiando
confidencias sin que recordara muy bien qué se habían contado. En realidad lo único
que le preocupaba era saber qué corchos le había contado ella a semejante
indiscreta, famosa en la oficina por difundir los detalles más ínfimos a la
hora de criticar vestimentas, miradas insinuantes, alientos y descuidos personales.
Logró recordar que habían estado hablando de trabajo, viajes y mascotas, también de moda y gustos varios. Después el parloteo derivó para lo más obvio: hombres. ¡Por Dios! ¿Le habría contado lo que tenía con su jefe? Nunca habían llegado a nada serio pero el jugueteo estaba presente y los dos sabían que lo que fuera aquello jamás tenía que salir de aquella oficina. Era algo sutil y secreto que nadie tenía que sospechar. ¡Dios Santo! ¿Y si en un descuido se lo había contado a la flaca? ¿Podría el alcohol haberle hecho nublar la razón de tal forma? De ser así, estaba perdida. ¡Hundida literalmente en el barro del escarnio! Aquella chismosa estaría desparramando ahora mismo sus infidencias por cada rincón de la empresa, haciéndolo ver como algo mucho más indecente de lo que en realidad era: un jugueteo, simple y lúdico sin mayor significado, pero aquella arpía lo estaría transformando en algo mucho más sucio y vil… ¡Dios Santo! ¡Cómo pudo ser tan boca floja e irresponsable! ¡Su jefe nunca se lo perdonará! ¡Seguro que la echa! Además de la honra iba a perder el empleo, eso era seguro, y ninguna queja podía presentar… ¿qué iba a decir, si la culpa era toda de ella?… ¡y del alcohol que la mareó hasta hacerle perder la cordura! Nada había ahora que pudiera detener la rueda del chismerío.
Entró a la oficina como un
condenado va a la horca, sabiendo que eran pocas las horas de dignidad que le
quedaban. Detrás de unos oscuros anteojos para sol, sus ojos enrojecidos por la
resaca y la vergüenza buscaban pasar desapercibidos ante todo el personal que ahora
parecía mirarla con sorna y malicia: la flaca les contó, era obvio. ¡Cómo podía
perdérselo, si se alimenta de chismes y puterío! ¡Es una incontinente verbal,
nada se le pasa y lo de ella daba para hacer dulce! ¡Qué estúpida fue! ¡Qué
insensata y bocona!
De repente la ve salir de
contaduría. Con la sonrisita socarrona con que preanuncia sus confidencias, se
le arrima, pegajosamente confianzuda y le recuerda lo bien que lo pasaron en la
fiesta y le cuenta -en sincera confesión- que de todo lo que hablaron esa noche
poco y nada escuchó, ya que entre saltos y festejos había perdido su audífono –al
parecer es totalmente sorda y nadie lo sabe- por lo que en confianza le pide
que le guarde el secreto… ¡es que allí en la oficina son una manga de chismosos!
ajjajajaja que bueno ese final, vamos que se salvó por el audífono ajajjaj. Me la estaba imaginando con esa cara cuando la orta se le acerca ajjaja,. Muy aguda. Un besote Neo.
ResponderEliminarfeliz semana cielo.
jeje me alegra que te gustara el final, Campi, a medida que lo escribía también yo me imaginaba las caras =) Un abrazo y gracias por leer con atención
ResponderEliminarUna pérdida muy oportuno, que le evitó revelar secretos. Y además se enteró del secreto de la chismosa.
ResponderEliminarQue salida tan creativa la del relato.
Un abrazo.
Me alegra que te haya parecido creativo, Demiurgo. Muchas gracias. Un abrazo
ResponderEliminar¡Excelente!
ResponderEliminarHe vivido contigo esa angustia de la protagonista que va creciendo y creciendo... Has plasmado a la perfección toda la situación, con precisión, con emoción.
Un abrazo :)
Agradezco y valoro mucho tu comentario Volarela. Me alegra que te gustara el relato. Un fuerte abrazo y muchas gracias por pasar y leer con atención
EliminarPensaba comentar lo complicadas que son las reuniones festivas con los compis del trabajo, suele beberse y terminan regular, ya te digo imaginaba mi comentario pero el ultimo párrafo ha sido una bocanada de aire fresco, una sorpresa agradable, simpática y ocurrente por tu parte. ¡Genial! abrazos y sonrisas
ResponderEliminarJeje me alegra haber sorprendido con un final inesperado Ester! Muchas gracias. Un fuerte abrazo
Eliminaruna historia que puede ser real en una sociedad como la actual, las fiestas el alcohol, los chismes entre compañeros, todo es parte de un coctel que puede volverse contra uno mismo cuando los malentendidos se disparan y tergiversan. Al final rescatas a la protagonista con un contundente argumento. Un abrazo
ResponderEliminarMe alegra que te haya resultado verosímil el relato Rodolfo. Un fuerte abrazo y muchas gracias por pasar y leer
EliminarA eso le llamo yo, ¡salvarse por la campana!
ResponderEliminarPrecioso y preciso relato, con la moraleja final de que hasta los chismosos tienen algo que callar.
Besos.
Me alegra haber podido hilar una historia entretenida, y hasta con moraleja! Te agradezco mucho tus palabras Juan. Un fuerte abrazo
EliminarZafó del escarnio que solita venia machacándose en la cabeza, por unas copas con la flaca. jajajjaja
ResponderEliminarmenos mal que perdió el audífono, y con eso tiene hasta un as bajo la manga, por si las moscas.
Muy bueno Moni.
Un abrazo Moni :)
Me alegra haber podido sembrar una sonrisa Cecy 😉 me divertí escribiendolo. Un fuerte abrazo y muchas gracias por pasar y leer con atención
EliminarImpecable historia y tan real, donde corre el alcohol y la risa floja, puede ocurrir todo lo que tan bien has narrado. Para mi el final, de traca jajajaja.
ResponderEliminarBesos
Jaja me alegra que te gustara San. Intenté hacerlo verosímil, por suerte lo conseguí 😊. Un beso
EliminarOh!! Buenísimo, ja, ja, ja… Con toda la película que se había montado! Si es que no hay que adelantarse a los acontecimientos…
ResponderEliminarMuy bueno, Mónica. Me ha encantado, tanto en forma como en fondo. Ese magnífico monólogo/pensamiento que, in crescendo, la va desquiciando, para llegar, cual jarro de agua fría, a ese genial colofón.
Un placer...
Abrazos enormes, y muy feliz día 💙
Me alegra y me alienta tu comentario Ginebra. Lo valoro mucho. Muchísimas gracias por pasar y leer con atención. Un abrazo
EliminarQue descanso.
ResponderEliminarMucha tension por esa chismosa.
Que ahora parece ser muy amiga y hasta aliada de fiestas.
Mas cuidado la proxima vez, recomendaria yo. Estos accidentes no suelen repetirse y la chismosa la proxima vez podria estar al 100% de sus capacidades
Buen consejo José! Más vale no bajar la guardia nunca!😉 muchas gracias por pasar y leer. Un abrazo
EliminarMe encantó porque ella no sabe cuánto contó, bajo la influencia del alcohol y va imaginando lo q e pasará por haber charlado con la correrumores del trabajo, Pero qué suerte que ésta estuviera sorda, o bebida del todo :-). Respiraría tranquila
ResponderEliminarMuy bueno. Un abrazo.
A veces la suerte se pone del lado del que tontamente bajo la guardia jaja 😉 te agradezco por pasar y leer Albada. Un abrazo
EliminarQue buena, jajaja, se salvo por un audífono. Es genial!!! Besos.
ResponderEliminarMe alegra que te gustara y divirtiera Moli. Muchísimas gracias por leer y comentar. Un beso
EliminarJa ja ja qué bueno tu relatos con ese final tan inesperado y gracioso, uf menos mal ja ja ja.
ResponderEliminarBesos.
Me alegra que te gustara María jeje. Seguro el personaje quedó más distendido después de saberlo! 😁 un fuerte abrazo y gracias por pasar y leer
EliminarMe ha gustado como nos has ido metiendo en faena para luego zamparnos ese final sorpresivo y que me ha hecho reír a carcajadas.
ResponderEliminarBesos
jeje qué bueno Tracy! no sabes qué bien me hace saber que he logrado sembrar carcajadas! =) Un beso grande!
ResponderEliminarjaja. me encantó Como se monto todo un argumento ella sola y como haces crecer la bola más y mas, hasta que casi no se presenta al trabajo, o se suicida, al ver derrumbado todo su mundo
ResponderEliminarBesoss MOnica
Te agradezco y me alegra haber logrado divertir con el relato😊 que tengas una muy buena semana!
EliminarLa imaginación puede ser , sin duda, un tremendo y despiadado enemigo. La incertidumbre guia este genial relato estimada amiga, y como siempre nos deja un final sorpresivo.
ResponderEliminarUn placer siempre disfrutar de tus letras.
Un abrazo.
Siempre es un gustazo recibirte Jorge. Muchas gracias por tu visita y atenta lectura. Un abrazo
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