Esta semana convoca Mirella, del blog Divagaciones Nocturnas. Mi texto no se ajusta 100% a lo que ella propone, pero es lo que me surgió, jeje.
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P.d
No estaré en mi casa este fin de semana, pasaré a leerlos con retraso. Felices Pascuas!
BESTSELLER
Se le pasaba la vida sin
consentimientos y ella sentía que nunca iba a poder ver realizados sus sueños más
sentidos. La fantasía de verse consagrada como escritora, de lograr un
bestseller y sentir ensalzadas sus letras a causa de su fuerza expresiva y la
originalidad de sus argumentos no llegaba a concretarse por más que lo
intentaba y si bien reconocía que tal vez no había sido lo suficientemente
apasionada ni lo sobradamente exigente con sus tímidos logros literarios,
estaba segura de reconocer en alguna de sus obras un espíritu impulsivo que
bien merecía ser valorado por propios y extraños.
Asistía a cuanto taller de
narrativa sentía nombrar, soltaba su pluma con la excusa de cualquier propuesta
literaria que encontrara en internet, analizaba minuciosamente el estilo de los
grandes escritores a quien admiraba desde la adolescencia para intentar emular
su temple e ir definiendo así su propia manera de narrar. Se presentaba a todos
los concursos literarios de los que se enteraba, soñando figurar dentro de los
destacados, pero nunca conseguía ni siquiera una mención.
Cada nuevo fracaso aminoraba su ya
escaso entusiasmo y poco a poco sus historias perdieron la chispa que alguna
vez la motivaron a escribir. Terminó por aceptar que jamás estaría entre
aquellos escritores que logran llegar a las grandes masas de lectores,
conmoviendo y haciendo reflexionar a los demás a través de sus letras, y ese
oscuro dictamen de su propio razonamiento terminó por hundirla en la apatía y la
desmotivación.
Mucho después, cuando menos lo
esperaba, olvidadas ya sus viejos intentos literarios entre los más empolvados
rincones de su biblioteca, uno de sus nietos se mostró más que interesado al
leer uno de sus primeros cuentos redactados con apasionada ilusión. El pequeño,
sonriendo levemente mientras su imaginación despertaba a la par que iba
leyendo, logro conectarse placenteramente con aquellas letras fantasiosas
derramadas alguna vez por su abuela, disfrutando de inmediato la lectura con
inusitada candidez.
La hasta entonces frustrada
escritora, sorprendida por aquel impensado regalo de la vida, sintió otra vez
reverdecer su espíritu narrativo al ver que sus historias estaban siendo al fin
paladeadas por un ávido lector -tan inesperado como querido- dándole nuevamente
sentido a aquella pasión que, por falta de lo que entendiera como “éxito”, estuvo
a punto de desterrar para siempre.
No siempre la consagración llega de la forma en que toda la vida la hemos buscado.