(Muchas gracias Charo por tu dedicación!)
Esta semana nos conduce Charo proponiéndonos un tema que bien se presta para lo simpático e inverosímil. Les dejo mi aporte:
Le parecía notable, muy
llamativo, un detalle repetido una y otra vez sin que ninguno de aquellos
cuidadosos artistas se hubiese dado cuenta de lo absurdo que resultaba. O al
menos no lo notaron hasta luego de exhibir sus respectivas obras en el sitio
donde cada una estaba destinada: un retablo, un mural, un fresco, un cuadro
ricamente enmarcado, una bella litografía ilustrando un texto bíblico.
Más aún, le resultaba
sorprendente que quienes encargaron en su momento las obras -en ciertos períodos
el arte por encargo era normal y frecuente- tampoco hubiesen advertido semejante
incoherencia y no hicieran corregir el desatino, pese a que sin dudas la habrán
visto y revisado con sumo cuidado.
Después pensó que quizás la causa
de nadie hubiese ordenando su corrección fuera un argumento puramente estético,
una cuestión de armonía visual dictada por el mandato de lo que estamos
acostumbrados a ver, poniéndolo por encima de lo que, de seguirse y aceptarse
la historia religiosa oficial, debería haber sido una característica morfológica
de aquellos dos personajes. Posiblemente esa haya sido la causa de aquella anomalía
tan manifiesta tan poco resaltada por la crítica de las distintas épocas, de
otro modo no se podría explicar por qué a lo largo de los siglos se los haya
continuado representado de esa manera irreflexiva y poco fiel a lo que cabría
suponer deberían haber sido aquellos dos primeros humanos, nacidos por el soplo
divino y no salidos de vientre materno. A menos que sus ombligos hayan venido efectivamente
en el diseño primigenio, sin que un hecho fisiológico anterior los determinara,
y resultara ser la “marca de fábrica” de quien los creó.
Una buena observación. Un error por no pensar en los detalles necesarios de lo que se quiere representar, por dar demasiado por supuesto.
ResponderEliminarY se ajusta bien al tema del jueves.
Saludos.
¡Qué interesante! Y fijate que nunca había pensado en el detalle del ombligo, casi era una naturalidad, pero siendo que fueron creados de la nada no debería XD aunque pienso que también se verían raros (?).
ResponderEliminar¡Me ha gustado mucho!
¡Un abrazo!
Siempre se ha dicho que la forma de reconocerlos en el cielo es su falta de ombligo pero en las pinturas se lo ponen como tambien la hoja de parra, otro detalle que tampoco debería estar. Has hecho un buen relato con una deriva muy original. Abrazos
ResponderEliminarMuy buena observación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy buena observación. El ombligo y como bien dice Ester, las hojas de parra.
ResponderEliminarLa vid comienza a cultivarse en el año 2500 AC, en el suroeste de Asia. Aunque a decir verdad la religión dominante, ha podido colocarlas ayer mismo.
Un beso.
cuánta poesía hay en tu observación y que incoherencia en los pintores a lo largo de la historia. Representar al hombre según el canon de cada momento para ser comprendido e identificado con mayor cercanía. Pero aún así, no sería igual un Jesucristo con vaqueros o una maría Magdalena con minifalda
ResponderEliminarNo lo había pensado, estamos tan acostumbrados a mirar sin profundizar en lo que vemos. De ahora en adelante me acordaré de ti al verlos.
ResponderEliminarUn abrazo.
!Qué observadora Mónica! A mí nunca se me hubiera pasado por la cabeza. Aparte de ser verdaderamente original me encanta el tono que le has dado y lo bien escrito que está.
ResponderEliminarPienso que, como Leonor, cada vez que los vea me acordaré de ti, ja,ja.
Muchas gracias por participar.
Un beso
Analitico, detallista y observador relato, Monica. Percibes lo que otras personas pasan por alto. Me fascino tu aporte.
ResponderEliminarBeso
Me ha gustado mucho y me ha hecho leer tu texto con la sonrisa en los labios.
ResponderEliminarDivertidísima reflexión sobre la incoherencia que supone esa huella de cordón umbilical en los que se suponen los primeros humanos sobre la tierra. Llego a la conclusión de que alguien miente y no nos hemos enterado todavía.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Pues si tienes razón, nunca me había fijado en eso. Has sido muy observadora.
ResponderEliminarUn abrazo
jajjaa .. pues tienes razón. nunca había pensado en eso ja que divertido
ResponderEliminarInteresante reflexión, Neo, una muy buena observación has tenido.
ResponderEliminarUn besazo.
Pues si todos miramos estas imagenes sin dar importancia a lo que es obvio ¿Sera que Adan y Eva tambien necesitaban mirarse su ombligo? Muy bueno tu relato, besos.
ResponderEliminarBien ajustado y muy bueno tu aporte a la propuesta de este jueves Monica. Me parece que sin ser puristas con el hecho del "origen" están representados de la forma en que conocemos a un hombre y una mujer
ResponderEliminarAbrazo juevero
Que historia mas acertada...11 Y pensar que nunca hemos reparado en porque, si no nacieron de una madre, los dos seres llevan ombligo.....que manera de llamar la atencion tienes, niña...besosss
ResponderEliminarIconografía desajustada del foco esencial de lo que querían narrar para el espectador. Un detalle del que había leído algo hace tiempo y que ahora con tu estupendo relato me hiciste recordar. Un abrazo.
ResponderEliminarMe pareció genial tu observación y tu entrada.
ResponderEliminarbesos!!!