(siguiendo con el tema)
Entre juegos y jugos
de gajos de mandarina
Uno va tornando,
endulzado en aromas,
-añorando viejos vuelos-
a su lejana niñez.
Lanzándose al vacío
y menguando alas
Uno se va volviendo,
con el tiempo, acróbata
-esquivando desencantos-
con resignada adultez.
Pero de tanto en tanto,
desgajando mandarinas
Uno quizás se permite
alentar los viejos sueños
si, con fortuna halla de nuevo,
esa misma candidez.
P.D
aprovecho para agradecerles a todos los que amablemente se preocuparon por la salud de mi papá. Por fortuna su rehabilitación post operatoria se viene dando bastante bien.
Disculpa pero no sabía que tu padre estaba enfermo. Me alegra que vaya mejor. Espero que siga recuperandose
ResponderEliminarBonito poema. Un abrazo
La mandarina es el nexo vital, de antes, de ahora y de mañana. Mientras que la vida pasa, siempre hay una mandarina que comer (a veces dulce, otras insípidas).
ResponderEliminarDeseo que tu padre se recupere totalmente. Un beso.
Salud y República
Bonito poema, nos vamos haciendo mayores, responsables, coherentes, anhelando el pasado de niñez, donde en nosotros hay mas ingenuidad, ternura y sueños.
ResponderEliminarBesos, me alegro
Lo principal ... la buena noticia de que tu padre se vaya restableciendo.
ResponderEliminarAlegria de verte de nuevo por la Red y continuando con el nexo de las mandarinas. Ciertamente como bien dices al crecer vamos aprendiendo a sortear los desencantos y ciertamente de vez en cuando se nos va el pensamiento a esas epocas mas simples y con menos complicaciones.
Un beso Neogeminis
Hola Moni!!
ResponderEliminarQué bello poema!... Me gusta eso de que nos vamos volviendo acróbatas... Estoy en esa etapa, creo...
Beso grande!!
RoB
Me alegro mucho que todo marche mejor.Deseo de corazón que tu papa recobre por entero la salud muy pronto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esa imagen de la ternura en una mandarina,suele volver,si,asi como lo contas tu o lo canta Victor Heredia.Asi suele colarse en las hendijas de la adultez para que nuestros sentidos rastreen chispazos de pura candidez.
ResponderEliminarEs verdad.
Gracias por recordarmelo otra vez.
Animo y pronta recuperacion a tu padre
Alegria de saber que todo va volviendo a su cauce, que el papá está mejorando y que tu sigues contando historias y poemas dulces como esa jugosa mandaria.
ResponderEliminarUn calido abrazo Neo.
Me alegro mucho de que tu padre esté mejorando.
ResponderEliminarEspero que se recupere totalmente muy pronto.
La mandarina y la mnaranjas son los aromas de mi tierra, ahora mismo Valencia olerá totalmente a azahar... embriagador,
Besitos
Muy lindo tu poema. Tenemos que mantener siempre esa ilusión viva. Me alegra saber que tu padre se recupere bien, eso es lo importante.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
Me gusta, ese tomar la vida como un fruto, un fruto con su jugo, sus gajos y semillas... Mandarina que vamos pelando de a poco, descubriendo su dulzor, la acidez de alunos gajos, la promesa de esas semillas, seña de un futuro.
ResponderEliminarPermitirnos alentar, viejos y nuevos sueños -por qué no? Retornar a aquellos aromas que nos supieron niños... y el tiempo, el tiempo que no se deja, pero nos deja hacernos más maduros. (o al menos hacemos el intento).
Perdón si hice mucho jugo de una sola mandarina, perotu escrito me dejó volar!
Me alegra que tu papi vaya recuperándose!
Besitos!
Gaby*
He leído las dos entradas hoy que ando un poco más ligera de tiempo, porque las lecturas hay que hacerlas de verdad. ha sido una sorpresa esa unión de "adulteces resignadas" con las mandarinas. Es una metáfora perfecta.
ResponderEliminarBravo, compi.
Ya veo que todo va tomando su rumbo. Salud y un abrazo.
Neo, no sabia de tu padre.
ResponderEliminarMas me llamaba la atencion que no te me renovaras en mi reader.
Me alegro que este mejor.
Un beso grande.
y por la mandarina a seguir comiendo ilusiones. je.
ResponderEliminarPrecioso poema lleno de esperanza. Me alegro que tu padre se recupere y no me extraña por ello, ya que es muy reconfortante tener una hija al lado. Yo lo estoy vivendo en carne propia y creeme... es pura vitamina de moral. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarHola Mónica,
ResponderEliminarigual, la mejor manera de darle oportunidad a los sueños, los viejos y los nuevos, es no renunciar a seguir soñando.. seamos "nuevos" o "un poquitín viejos", che.. :)
Un abrazo
PD: he estado, estas semanas atrás, un poco apartado de acá.. y no sabía lo de tu papá.. !me alegro de que todo vaya bien!
Me alegra tu vuelta. Tampoco yo sabía el motivo de tu ausencia. Ahora que lo has contado, me alegra una rápida recuperación de tu padre.
ResponderEliminarPrecisamente me acabo de comer una mandarina después de cenar, imperdonable no hacerlo en la tierra en que vivo donde las naranjas y mandarinas más que frutas son símbolos de muchas cosas.
ResponderEliminarMe encantan las mandarinas Mónica y en invierno es mi fruta preferida, mientras duren...
ResponderEliminarBonito poema entre gajos de mandarinas los sinsabores son menos sobre todo porque el tiempo y los avatares de la vida nos van haciendo fuertes.
He estado alejada del blog, primero por motivos de salud, y después porque el aparatito no conectaba con internet de ninguna forma hasta que un técnico lo solucionó por fin.
Espero que tu padre se recupe pronto, no sabía que está enfermo, he estado tantos días desconectada sin pretenderlo que he perdido el hilo de muchas cosas.
Un abrazo.
La puñeta es que siempre hay alguien que quiere hacernos zumo y exprimirnos.
ResponderEliminarUn enorme beso y una pronta recuperación para tu padre, nos leemos a mi vuelta.